ESCUCHARDesde la promoción de la web 2.0, las redes sociales se han convertido en una poderosa herramienta para construir comunidades y promover el cambio social. Pero, al mismo tiempo, son un verdadero riesgo en cuanto al nivel de exposición de cuestiones privadas.
Este es el análisis que hace el Consejo Profesional de Ciencias Informáticas de Córdoba (CPCI), que acaba de lanzar una serie de recomendaciones sobre este tipo de redes, como Facebook, donde se arman grupos de amigos quienes comparten su información.
“La forma en la que se ha arraigado en la sociedad (podría decirse que no hay barreras de edad), conlleva prácticamente una ‘obligación’ de pertenecer a las mismas. Como casi todo fenómeno novedoso en tecnología de la información, la primer etapa de los servicios es la de la conectividad; es decir, se predisponen todos los elementos tecnológicos y condiciones de servicio para favorecer el intercambio de información, y para seducir a los usuarios a “formar parte de”, hasta lograr “masa critica”, es decir, un número de usuarios que permitan la sustentabilidad del servicio vía la publicidad”, detalló Daniel Pastorino, presidente del CPCI, a Comercio y Justicia.
“Cuando existe dicha masa critica -agregó- comienzan los verdaderos conflictos debido a la interacción entre usuarios, interacción de tal magnitud que ocupa parte importante en la vida de éste, al menos como para que éste se anime a reclamar”.
Recomendaciones
Frente a Internet, advierten que es importante una conducta que ponga al usuario a resguardo de los eventuales riesgos que traen aparejados estos servicios, al menos hasta que pueda asegurarse que sus derechos están a salvo.
Para participar de estas redes sugieren extremar los cuidados:
– Ver detenidamente los términos y condiciones. Consejo básico, pero casi siempre olvidado.
– postear imágenes, ni datos de terceros sin su consentimiento.En el caso de los menores y de fotografías propias, evitar su posteo.
– mitar la provisión de datos tanto personales como los que vinculen a una locación física en tiempo real (por ejemplo: “ahora me encuentro fuera de casa por 20 días”).
– Rechazar invitaciones que personas cuya identificación no sea comprobable. Antes de aceptar una invitación, remitir un mail o realizar un llamado telefónico para confirmar la invitación.
– No permitir la recepción automática de comentarios de cualquier persona.
– Rechazar formar parte de colecciones o bases de datos que revelen pensamientos políticos, étnicos, raciales, sexuales, morales o religiosos.
– Evitar vincular los servicios habituales que viene utilizando (emails, contraseñas, usuarios) a las redes sociales. Utilice un mail exclusivo para este tipo de redes, sólo provea los datos indispensables para su identificación; prefiera el seudónimo al nombre completo. Evite revelar puntos de contacto con locaciones físicas (dirección, teléfono).
– Usar las opciones de privacidad para evitar que su información quede en el dominio público .
– Protejer a sus hijos mediante la creación de una cuenta que no revele su identidad y que permita monitorear sus actividades en línea.
– No proveer información personal en respuesta a un correo que diga provenir de redes sociales.
– Revisar la dirección de URL en la parte superior de la pantalla antes de ingresar nombre de usuario y clave en un sitio de contactos sociales.
– Denunciar las supuestas irregularidades.
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