El beneficio de litigar sin gastos no impide embargar por costas a quien lo obtuvo

La Cámara 5ª Civil y Comercial de Córdoba confirmó una cautelar al interpretar que el beneficio de litigar sin gastos (BLSG) obtenido por la parte actora no impide que el letrado de la contraparte embargue por las costas del pleito en el cual resultó vencida.

Los vocales Claudia Zalazar y Joaquín Ferrer indicaron que el beneficio, regulado en los artículos 101 a 109 del CPCC, busca el acceso a la Justicia de una persona carente de recursos económicos para afrontar los gastos que impone un proceso judicial, comprendiendo todas las secuelas del juicio, incluyendo además de las tasas de justicia y otros gastos judiciales, las costas y honorarios correspondientes a la contraparte, hasta que mejore de fortuna.

Así, se observó que la “ cláusula de mejor fortuna ” cobra relevancia en casos como el de autos, en el que se encuentra probado -y no controvertido- que el obligado al pago de las costas en el juicio principal, y por ende al pago de los honorarios de la contraria, es beneficiario de litigar sin gastos.

La alzada apuntó que frente al derecho de acceso a la justicia y la “ exención o diferimiento de pago ” de quien ha resultado beneficiario perdidoso, “ encontramos obligaciones alimentarias igualmente atendibles, como ser los honorarios de los abogados intervinientes en el juicio ”.

De allí se interpretó que, sin entrar en la discusión sobre la prevalencia de uno u otro derecho, ni si la “ mejora de fortuna ” importa una condición pendiente o una obligación a plazo indeterminado propiamente dicho, lo cierto es que el deber de afrontar las consecuencias de la derrota en el juicio nace con la sentencia que así lo ordena y con ello el derecho de los acreedores a reclamar sus créditos por las vías pertinentes y solicitar incluso se adopten medidas que tiendan a conservar para el futuro cierto estado patrimonial.

El tribunal entendió que “ resulta perfectamente lícito y posible para el abogado acreedor de honorarios, solicitar y obtener medidas cautelares –v.gr. embargo, inhibición, etcétera– contra un beneficiario de litigar sin gastos que haya sido condenado en costas ”.

En consecuencia, se interpretó que en la hipótesis del artículo 140 CPCC “ el deudor no queda eximido definitivamente de pago, sino que simplemente obtiene algún diferimiento en su obligación, pero desde luego que sin mengua del derecho de su acreedor a obtener medidas en resguardo de su crédito, conforme lo establecido en el artículo 466 del CPCC ”.

Carácter

La cámara consideró que si bien el carácter alimentario de los honorarios profesionales y su protección constitucional cede frente a un principio de orden superior, como lo es el acceso a la justicia del beneficiario, ello no obsta a la posibilidad de la parte gananciosa, “ so pena de desamparar absolutamente su derecho, de cautelar su crédito y eventualmente plantar la incidencia de desafectación pertinente ”.

“ Dicho fundamento no ha sido eficazmente rebatido, en tanto el beneficio de litigar sin gastos -tal como lo ha alegado el propio apelante- limita la posibilidad de ejecutar contra el sujeto carente de recursos, deudas originadas en el proceso para el que fuera concedido (...) , mas no puede oponerse como defensa en contra del despacho de medidas cautelares en resguardo del crédito por honorarios ”, se añadió.

Por lo expuesto, en el fallo se rechazó el recurso de apelación impetrado, pero atento que sobre la cuestión planteada existen criterios doctrinarios y jurisprudenciales diversos y posiciones encontradas, se consideró que correspondía apartarse de la regla del vencimiento (art. 130 CPCC) e imponer las costas por el orden causado.