ESCUCHAREl Gobierno lanzó el programa Biodesarrollar, con la mira puesta en la economía circular. La bioeconomía, un enfoque que busca integrar agro, ciencia e innovación
Mediante la resolución 63/2022, publicada recientemente en el Boletín Oficial, la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación busca promover la bioeconomía, por la que se crea el Programa Nacional Biodesarrollo Argentino (Biodesarrollar), que brinda al sector tanto asistencia técnica como financiamiento.
El programa está orientado a pymes, cooperativas y entidades de investigación pública que «se enfoquen en potenciar el desarrollo regional y el agregado de valor en origen, con una visión de economía circular». En el entorno del secretario Juan José Bahillo sostienen que el desarrollo de biotecnología, bioinsumos y bioenergía (pilares de la bioeconomía) es una política de Estado.
El programa va en línea con los acuerdos de París sobre el cambio climático (Agenda 2030 y Objetivos de Desarrollo Sustentable), firmados en 2016. En virtud del perfil agropecuario de nuestra economía, el país se comprometió a contribuir al desarrollo de iniciativas que utilicen productos de base biológica, así como al aprovechamiento de la biomasa disponible.
La bioeconomía consiste en la producción sustentable de bienes y servicios mediante el uso o transformación de recursos biológicos. Este enfoque, que pretende consolidarse como sector económico, está asociado a la sustentabilidad, en la búsqueda de producir alimentos y energía prescindiendo de los combustibles fósiles, con una baja huella de carbono.
En efecto, se trata de un sector poco desarrollado en el país y el mundo pero con gran potencial. La resolución lo considera “una herramienta para lograr avances en la sostenibilidad de la producción agroalimentaria y agroindustrial, fomentando la industrialización de la ruralidad y el agregado de valor en origen”.
Argentina cuenta con las condiciones agroecológicas necesarias para la producción de las principales fuentes de biomasa que pueden ser utilizadas con diferentes destinos productivos e industriales. En la actualidad ,la bioeconomía genera poco más de 10% del PBI, según un informe del Ministerio de Agricultura del año 2017. En la innovación tecnológica y científica está la llave para ganar productividad y dinamizar las economías regionales impulsadas por la bioeconomía.
Ésta se presenta como la síntesis entre esas demandas y oportunidades, en las que la agricultura no se visualiza ya solamente como una fuente de mano de obra y alimentos sino como una actividad fuertemente integrada a los procesos industriales y de servicios. Esto abarca los bioinsumos agropecuarios, como los biofertilizantes, probióticos de uso agropecuario, biopesticidas o fitoestimulantes, entre otros. Pero también comprende los biocombustibles líquidos y el biogás.
Por su parte, la biotecnología, basada en la aplicación de ingeniería genética y la utilización de organismos vivos para obtener bienes y servicios, tiene alto agregado de valor y representa un gran potencial para incrementar la sustentabilidad de la producción. Aunque la norma destaca que «los casos de éxito se dan mayormente en aquellos productos para los cuales existe una gran demanda y cadenas productivas desarrolladas».
Específicamente, en esta primera etapa del programa, los beneficiarios de Biodesarrollar “serán las micro, pequeñas y medianas empresas agropecuarias e industriales, cooperativas agrobioindustriales y entidades públicas y/o asociaciones mixtas (público-privadas) dedicadas a iniciativas avanzadas”. El programa apunta a que estas iniciativas ganen escala.
