“¿Qué hicieron el Estado provincial y los municipios para controlar las zonas incendiadas?”

Fernando Barri, biólogo, docente de la cátedra Problemática Ambiental (UNC) e investigador del Conicet, afirma que es necesario reenfocarse en la prevención y control temprano, normas locales y un mensaje claro de que no se va a permitir urbanizar la zona que se incendió

El incendio de grandes dimensiones que arrasó vegetación y derrumbó casas y cabañas a su paso entre las localidades de Potrero de Garay y San Clemente, dejó una sensación de tristeza, amargura, dolor y bronca, de acuerdo con lo reseñado por damnificados.

Aunque la situación ayer estaba controlada y continuaban las tareas de enfriamiento del sector, las consecuencias y daños provocados son de magnitud. En diálogo con Comercio y Justicia , Fernando Barri, biólogo, docente de la cátedra Problemática Ambiental en la Universidad Nacional de Córdoba, e investigador del Conicet hizo foco en puntos centrales a tener en cuenta en la actual situación.

“De los últimos incendios hasta ahora, ¿qué hicieron el Estado provincial y los estados municipales para controlar que esas zonas incendiadas no se siguieran urbanizando como hoy se están urbanizando? ¿Qué hicieron para controlar?”.

Para Barri, hay dos aspectos que son cruciales para ir reduciendo la magnitud de los incendios, el daño que provocan y la recurrencia. “Uno es que el plan de manejo del fuego debe reenfocarse en los aspectos de prevención y control temprano. De nada sirve invertir en más bomberos, más aviones, porque eso es ya cuando el incendio se desató. El Estado tiene que trabajar en una política de prevención y prevención no es propaganda en un medio de comunicación, es trabajar con los intendentes de las zonas serranas, autoridades locales, escuelas, productores, desarrollistas, inmobiliarios, bajándoles línea, marcando la cancha de qué se puede y que no”, aseveró.

Además, graficó que deben usarse todos los mapas que hacen los especialistas de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae) que permite ver cuáles son las zonas de mayor riesgo. “Entonces -describió- mandás esos mapas los días que previamente, con los datos meteorológicos, se puede saber cuales son los riesgos de incendio. A ello le sumás los lugares de mayor riesgo que te brinda la información de las instituciones académicas y colocás a las fuerzas vivas, Defensa Civil, Bomberos, Policía, a recorrer esos rincones para que ningún tarado te vaya a prender fuego. El que va a prender fuego va porque sabe que no hay nadie controlando”.

Asimismo, aseguró que cuando la justicia sale a averiguar después de que se produce el incendio ya es tarde, no pueden atrapar a nadie. “Todo esto es fundamental y todas esas cuestiones el Gobierno las abandonó”, afirmó el biólogo.

Por otra parte, señaló que los municipios y la Provincia no dan una señal concreta por medio de normas específicas y de una cuestión simbólica como es decir firmemente que en la zona que se incendió no se va a permitir urbanizar.

“Un ejemplo -agregó- entre la cantidad de incendios que hubo el año pasado, se prendió fuerte la zona entre Las Jarillas y Carlos Paz y hoy es una zona que se está loteando y el municipio de Jarillas no lo frena, dicen que no saben, que no pueden, que no les corresponde, que es la Provincia. No cayó ningún funcionario o inspector a decir que no se puede construir”. Barri advirtió: “La norma provincial no la tenemos porque lo que sacó Nación, las provincias no están obligadas a adherir y si no se adhiere no se cumple. Acá, más allá de que la Ley de Bosque lo plantea, debería haber algo específico y sobre todo en municipios que es la autoridad de aplicación local que es donde se hacen estos desarrollos urbanísticos en las zonas quemadas que son los que tienen que controlar”.

Finalmente, apuntó que los incendios se reducirán cuando se trabaje en prevención, con una comunidad atenta y alerta a los incendiarios, más todos los recursos tecnológicos, humanos, fuerzas vivas, y con un mensaje claro de que no se van a poder urbanizar esas zonas.