Eve Flores: “Hay que agotar las últimas instancias antes de acudir a la Justicia por bullying”

[caption id="attachment_201597" align="alignleft" width="89"] Por Carolina Klepp cklepp@comercioyjusticia.info [/caption] La jueza en lo Correccional y Criminal dictó esta semana el primer fallo en el país por acoso escolar. Sostuvo que no es un delito aunque el resultado que produzca sí puede constituir uno, como el de lesiones psicológicas [privado] El primer juicio por bullying en el país tuvo resolución esta semana en Villa María. Las tres acusadas del delito de lesiones leves psicológicas fueron absueltas por la jueza Eve Flores, de la Cámara en lo Correccional y Criminal de esa ciudad. La denunciante, hoy abogada de 24 años, sostuvo que fue víctima de acoso escolar en 2013, durante el último año del secundario en el Instituto del Rosario. En diálogo con Comercio y Justicia , Flores sostuvo que “para la absolución, si bien el hecho está probado, no está probado que las imputadas sean las autoras. Como no hay pruebas suficientes, las dudas las favorecen y corresponde su absolución”. Después de dictar el fallo, la jueza hizo una serie de consideraciones sobre el bullying, tanto en el orden judicial como social, profundizando en un tema extendido en la infancia y la adolescencia. “El bullying es el acoso escolar que va desde palabras fuertes, apodos vejatorios, insultos, amenazas, agresiones físicas. Para que exista tiene que darse una permanencia en el tiempo. En el fallo digo que el bullying no es delito porque no está tipificado como tal en ninguna de las figuras del Código Penal, pero eso no tiene nada que ver con que el resultado que produzca pueda constituir un delito; es decir, puede haber lesiones leves, graves, gravísimas”, explicó Flores ayer a este medio. “¿Por qué me ocupé de precisar eso, de que no constituye delito? Porque en algún lado existe un proyecto en que el bullying también debería ser tipificado.Pero eso es desaconsejable porque los involucrados en este tipo de conducta son niños, niñas y adolescentes, menores de 18 años”, explicó. La jueza recordó una experiencia fructífera cuando, años atrás, participó del programa “Jueces en la Escuela”, iniciativa que trabajaba sobre la pacificación y tratar de encontrar la ruta adecuada para evitar el acoso escolar, conflicto que afecta a la víctima, la perjudica, pero también pone en escenario al victimario. “Lo crítico es que durante mucho tiempo, este tipo de acoso se vio naturalizado en ámbitos escolares. Yo digo que tiene que haber una intervención del Estado, estamos obligados por la Convención de los Derechos del Niño y demás, pero esa intervención no necesariamente tiene que ser penal, tiene que ser del lado de la prevención y la capacitación de los educadores”, afirmó. Asimismo, sostuvo que podría avanzarse, como en otros países, en la justicia restaurativa. Se trata de un modelo alternativo que tiene por objetivo reparar el daño causado a la víctima, propone que las partes puedan llegar a una solución -dependiendo de la gravedad de la cuestión-. “Hay situaciones que se pueden solucionar a tiempo -afirma Flores- cuando comienza el conflicto, y no se remedia con un tipo penal, con una imputación, con una condena, en estos casos en los que hay niños y adolescentes con menos de 18 años”. Precisó que el caso que juzgó, comenzó cuando las chicas tenían 17 años y la denuncia se realizó cuando habían cumplido 18. “El quién, dónde, cuándo no fue esclarecido en ningún momento de la causa. Las absuelvo porque no está probado que sean estas chicas las que cometieron acoso escolar que provocara el daño psicológico a la víctima. Lo que sí está probado es que en el colegio esta chica sufrió acoso que provocó daño en su psiquis”. Agotar instancias antes de llegar a la Justicia Consultada sobre si este tipo de casos debe recaer en la Justicia penal, Flores señaló: “Hay que agotar las últimas instancias antes de acudir a la Justicia, que si interviene tiene que ser la justicia especializada, que es la juvenil. Es materia específica de ese fuero, sus miembros tienen esas posibilidades, de hecho lo hacen con los chicos que están en conflicto con la ley penal”. Fue aún más descriptiva: “La Justicia debe intervenir donde deba hacerlo, pero no se puede sobredimensionar la intervención. Hay que incluir en la discusión del tema a los mismos adolescentes, intentar otras alternativas de resolución, pero de ninguna manera llegar a un juicio con estas características”. Finalmente, Flores insistió intensamente en la necesidad de reconocer la existencia del problema en las escuelas y la necesidad de especialización en el tema, para agotar las instancias con los elementos que brinda el Estado dentro de los órdenes de la prevención y capacitación.[/privado]

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