Con matrícula feminizada, se abre paso al enfoque de las mujeres en medicina

El Consejo de Médicos de la Provincia de Córdoba creó por primera vez una Comisión de Mujeres. Ellas representan 51% del total de profesionales matriculados y se proyectan en aumento. Asoma el debate por el cambio de nombre de la entidad por uno que las integre

Es creciente la matrícula de las mujeres en medicina; el ejercicio profesional está cada vez más feminizado. Según los últimos datos disponibles en el Consejo de Médicos de la Provincia de Córdoba (CMPC), ellas representan 51% de la matrícula, contra 49% de los varones. De 73 especialidades, en un universo de 10.846 profesionales de la medicina, en 38 son mayoría las mujeres y en cuatro están empatadas con los varones. En tanto que en Endocrinología ginecológica y de reproducción e Endocrinología pediátrica, representan 100%.

Con esta realidad, la entidad creó la semana pasada la Comisión de Mujeres Médicas (CMM), que pretende aportar en problemáticas y temáticas que las atañen. Estará conformada por las doctoras María Cristina Ferrer, Noemí Fonzalida, Norma Pilnik, Yrazu y Sanabria.

El vicepresidente del CMPC, Héctor Oviedo, quien impulsó el espacio, va incluso más allá y propone analizar el cambio de nombre al CMPC por uno que las abarque y las integre, poniéndose a tono con los cambios culturales de la sociedad.

“Creamos una Comisión de Mujeres Médicas porque hay problemas que son más particulares de las mujeres, queremos una mirada inclusiva, que no sea sesgada. Además, creo que hay que analizar el cambio de nombre al Consejo y tener una especie de referéndum entre los colegas para tratar eso”, señaló Oviedo a Comercio y Justicia.

Entre los ejes de debate que se ponen sobre la mesa está la hegemonía masculina, que históricamente fue una característica de la profesión. Ahora se propone que deje de ser un tema pendiente y entre en debate de médicas y médicos.

Respecto a la impronta propia de la mujer médica relativa a la profesión, Oviedo dio ejemplos. “Hay situaciones que son propias de las colegas médicas, que deben ser analizadas y encaradas por las instituciones que representan a todos.

Sabemos, por ejemplo, que las mujeres eligen preferentemente ciertas especialidades, como pediatría, diabetología, medicina interna, tocoginecología, que están más ligadas a la condición femenina. ¿Cómo influye este dato en la planeación de políticas de salud? Hay hospitales donde trabaja una mayoría de colegas mujeres; ¿cómo se resuelven las consecuencias de los permisos por embarazos y asistencia sin que ello signifique una condena? Incluso, plantearse si no es necesario habilitar guarderías en algunos centros médicos”, enumeró.

Además, se preguntó: “¿Cómo se aprovecha a nivel general la consideración de que las mujeres tienen una tendencia reconocida a una práctica más humanizada de la medicina, que mejora la relación médico-paciente? ¿Es real que las mujeres médicas ganan menos que los varones o que son discriminadas para ocupar puestos de dirección en centros médicos? ¿Será necesario aceptar, en el caso de las colegas, cierta flexibilidad, como el trabajo parcial? ¿Bajo qué condiciones? Lo importante es conocer esa realidad, desde la mirada femenina, para delinear una política común de las instituciones médicas”.

Para el dirigente, se debe avanzar en una política de inclusión y reconoció que las profesionales “hacen malabares” en el cuidado de hijos, en la lactancia.

Al respecto, recordó que el CMPC creó, mediante un sistema solidario de afiliación voluntaria, los subsidios no reintegrables por nacimiento y adopción, y por incapacidad laboral transitoria para médicas embarazadas que requieren reposo.