ESCUCHARComienza el período de recolección de los granos, con previsiones positivas para maíz, maní, sorgo, girasol y soja. El primero encabeza las opciones de los productores, con una siembra casi 60% superior al promedio histórico
La mayoría de los cultivos estivales de la campaña 2021/22 en la provincia de Córdoba se encuentra, ya en su etapa final, en «condiciones de buenas a muy buenas», según la Bolsa de Cereales de Córdoba (BCC), lo cual preanuncia una positiva cosecha de los granos gruesos a partir de este mes y hasta mayo próximo.
Las casi 3,2 millones de hectáreas de maíz que se estima se sembraron en toda la provincia muestran un aumento de 4% en la superficie sembrada respecto del récord del año pasado y un salto de 58% sobre el promedio histórico, de 2008 a 2021. Sobre el cierre de febrero, los técnicos de la BCC estimaron que «la mayor proporción del cultivo se encuentra en estado general de muy bueno a bueno, dependiendo de la zona y fecha de siembra, siendo los tempranos los que revisten peor estado».
Se calcula que del total de la superficie sembrada se perdió 10% por condiciones meteorológicas adversas y que a 11% se le dio un destino forrajero, por lo que el área cosechable alcanzaría 2.555.400 hectáreas, 4% menos que las de la campaña 2020/21 y 13% más respecto al promedio de las últimas cinco campañas. La condición general del cultivo ronda mayormente entre muy bueno y bueno.
En cuanto a la soja, se estima que en la provincia se alcanzó una área de casi 3,9 millones de hectáreas durante esta campaña, lo que representa una baja de 3% interanual y de 15% respecto al promedio histórico. Hacia fines de febrero, 63% de los lotes se encontraba en un estado general entre muy bueno (33%) y bueno (30%).
Respecto del maní, la superficie cultivada en la campaña 2021/22 alcanzó casi 300.000 hectáreas en la provincia de Córdoba, lo que representa algo más de 80% de las hectáreas sembradas en la zona de influencia y análisis de la BCC. El área representa un aumento interanual de 4% y, de acuerdo con el análisis técnico, la totalidad de los lotes estaba atravesando la etapa de “formación de caja”, período clave para la definición del rendimiento. Cerca de 70% del cultivo se encontraba en condiciones generales entre excelentes y muy buenas.
Gracias a su rusticidad, el cultivo se ha visto poco afectado por las condiciones adversas de enero, con pérdidas mínimas en comparación con el resto de los cultivos estivales, por lo que la superficie cosechable sería de 294.700 ha, lo que muestra un aumento de 7% y 2% en comparación con la campaña precedente y con el promedio de las últimas cinco, respectivamente.
En cuanto al sorgo, se estima que en la provincia se llegó a una área de 206.600 hectáreas, siguiendo una tendencia creciente respecto a las campañas anteriores. La revisión técnica dio que 60% de los lotes está atravesando su período crítico. Se reporta presencia de pulgón amarillo de forma generalizada, con incidencias entre medias y altas.
Después del efecto de las condiciones climáticas de enero, se estima que la pérdida abarcaría 7% de la superficie sembrada, lotes a los que se les daría un destino forrajero, por lo que la superficie cosechable se calcula en 132.600 ha, representando un aumento de 9% interanual y de 76% respecto al promedio de las últimas cinco campañas.
«A la fecha de relevamiento, se calcula que 60% de los lotes están atravesando su período crítico (cercano a la floración) y, por ende, definiendo su rendimiento en un contexto más favorable que el del mes pasado, con 66% de la superficie en estado entre muy bueno y bueno», precisó la BCC.
Respecto al cultivo de girasol, se estiman para la presente campaña 34.700 hectáreas sembradas, lo que muestra una suba interanual de 7%. El avance de cosecha al momento de la encuesta alcanzaba 18% de la superficie, con más de 90% de ella en estados generales entre excelentes y buenos. Los rendimientos provisorios se ubicaban en 20,2 quintales por hectárea.
