ESCUCHARPese a que la mayoría de los especialistas aseguran que el “ladrillo sigue siendo el sistema de ahorro más seguro y efectivo”, el mercado inmobiliario no ha escapado a los efectos de la crisis económica. Se ha llegado a hablar de una caída de hasta 40 por ciento en los meses “más flojos” del primer semestre de este año.
Cuando para muchos operadores la actividad se amesetó y, en el peor de los casos, disminuyó drásticamente, para la inmobiliaria Hansen Barrientos la facturación trepó hasta 25 por ciento en relación al año pasado.
¿Cuál fue la clave?, preguntó Comercio y Justicia a Ricardo Hansen, socio gerente de la empresa que, junto con Claudia Barrientos, se anotan una trayectoria de más de doce años en el sector. “No apuntamos sólo a la gente de campo o bien al puro inversor que compra para vender, tenemos productos también para el consumidor final que adquiere un departamento para vivir”, resaltó Hansen, referente en las zonas de barrio General Paz, Centro, Nueva Córdoba, entre otras.
Sucede que un departamento en General Paz, un barrio que hace poco más de cinco años viene cobrando mayor protagonismo en la ciudad, es apto tanto para un inversor como para la primera vivienda de un matrimonio joven. “Las unidades son generalmente amplias y mantienen una buena relación precio y calidad”, precisó Hansen. A esto se le suman las condiciones urbanas y geográficas de la zona: cercanía con el centro, buena vía de acceso a partir del nudo vial, calles amplias y arboladas, entre otros atributos.
Pero posicionarse en una zona estratégica y atender a un público mixto no fue todo para “dar en la tecla”; Hansen Barrientos apostó a una delicada elección de los emprendimientos a comercializar. “No vendemos cualquier cosa, entre otras cosas analizamos la solidez de la empresa para comercializar sus productos”, aclaró el socio.
Esto, sostenido por una fuerte inversión de la empresa en capacitación del personal, tecnología y en atención, condujeron a la firma a aumentar entre 20 y 25 por ciento sus ventas durante el primer semestre en relación a igual período del año anterior.
Como muestra de este crecimiento sostenido, la inmobiliaria inaugurará en septiembre su nueva sede central en una casona antigua “ pintoresquista”-de cuatro plantas- ubicada entre Bv. Chacabuco y Obispo Oro. La firma restaurará y pondrá en valor el inmueble, de más de 30 años, como patrimonio histórico de la ciudad.
Allí la inmobiliaria trasladará sus oficinas centrales, actualmente ubicadas en 9 de julio 565. Este local permanecerá habilitado y se destinará a gestionar una nueva unidades de negocios: la administración de consorcios de edificios.
“Será un servicio adicional para fidelizar a los clientes que eligen los emprendimientos que comercializamos”, agregó Hansen.
