Creatividad: talento, entorno y cómo desarrollarla

Especialistas realizan algunas precisiones sobre esta destreza clave para los tiempos que se viven. Algunas observaciones para los ámbitos laborales

Si existe algo que el mundo ha desarrollado durante estos dos últimos años es la creatividad. Ésta, entendida como la capacidad de afrontar nuevos desafíos y proponer respuestas divergentes frente a lo inesperado de la realidad que impuso la pandemia de coronavirus en todo el planeta.

No sólo se trató de la creatividad de la ciencia en lograr algunas respuestas sobre lo que sucedía y respecto de las posibles salidas de la crisis sanitaria generada por el covid-19 sino también de la de individuos, familias y profesionales que inventaron nuevas formas de estar, vincularse y producir .

Particularmente, esto puede ponerse en relevancia cada 21 de abril ya que la Organización de Naciones Unidas ha dedicado está fecha del calendario al Día Mundial de la Creatividad y la Innovación .

"Bien es cierto que el significado de la palabra creatividad está abierto a una amplia interpretación, ya que puede abarcar desde la expresión artística hasta la resolución de problemas en un contexto socioeconómico. Lo que no cabe duda es su vital importancia ", dice el organismo internacional en su sitio web.

Ahora -además de la cuestión económica vinculada a los procesos de innovación en las sociedades actuales en los que focaliza justamente la ONU durante este año- es fundamental comprender de qué se trata esta habilidad y bajo qué condiciones puede desarrollarse.

Sobre este tema, Comercio y Justicia consultó con referentes del campo de la psicología en Córdoba, quienes acercaron definiciones sobre este constructo.

La doctora Paula Irueste es directora del Servicio de Neuropsicología del Área Infantil de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), representante de Argentina en Consejo Mundial para Niños Dotados y Talentosos (World Council for Gifted and Talented Children, WCGTC), y miembro del Comité Científico de CIVIT y de la ECHA (Consejo Europeo de Altas Capacidades)

En diálogo con este medio, la especialista especificó que "el constructo a nivel científico tiene que ver con el pensamiento divergente. Técnicamente, sería pensar de una manera divergente a la estándar o que se espera, en promedio".

Sobre la base de esta definición, la especialista precisó que existen distintas herramientas para poder medir o evaluar está habilidad. "El test de Torrance es el más antiguo", aseguró, aunque destacó particularmente la herramienta denominada CREA, desarrollada por científicos argentinos y españoles. "Son unas láminas que se presentan por edad y ahí las personas tienen que hacer preguntas. No se trata de las afirmaciones sino de las preguntas que hace y debido a esa complejidad, mayor puntaje tiene el test"

En cuánto al desarrollo de la destreza, indicó que se trata de "una interacción entre lo orgánico y el ambiente o el contexto".

" Uno puede tener una base muy creativa pero si el contexto no lo facilita, no se va a desarrollar absolutamente ese constructo o esa habilidad", afirmó la académica, agregando que "de base todos tenemos algo de creatividad, aunque quizás hay algunas personas más talentosas o que lo pueden mostrar más que otras".

Por otro lado, también aportó a la conceptualización Marcos Cupani, doctor e investigador del Instituto de Investigaciones Psicológicas del Conicet y profesor titular de la cátedra de Técnicas Psicométricas A de la Facultad de Psicología de la UNC.

"Para que una persona sea considerada como creativa, necesita de destrezas y conocimientos propios del campo en que se desempeña. Por ejemplo, para ser creativo en música se tiene que conocer algo de música, poseer las habilidades técnicas necesarias y un talento especial", explicó el académico.

"Estas destrezas pueden ser favorecidas por la educación formal y no formal, así como por las habilidades perceptuales, cognitivas y motoras individuales. Sumado a esto, se requieren de destrezas propias para la creatividad como puede ser pensamiento flexible y una alta motivación intrínseca, tenacidad y capacidad para reducir las presiones extrínsecas", se explayó.

"En resumen, depende fundamentalmente del talento, el trabajo duro y la motivación intrínseca, y de factores del entorno social que pueden favorecer u obstaculizar, y juegan un papel central en el desarrollo", concluyó.

Perspectiva clínica

Sin dudas, la creatividad es una habilidad importante a la hora de gestionar, elegir y desarrollar personalmente las competencias que necesita un talento en su entorno laboral.

Sobre este punto , se refirió el licenciado Juan Gadea, psicólogo clínico laboral, coordinador de Influencia Positiva y miembro de red de psicólogos en Cordoba (Mat. 7895).

"Particularmente, trabajo mucho en gestión de talento y me centro mucho en el deseo del paciente de buscar soluciones nuevas, por lo general tiene mucho que ver con la motivación del logro . De hecho, suele darse más en contextos optimistas, entonces también hablamos de la motivación", señaló.

"Por otro lado, abordo lo relacionado a las barreras, a los mitos y la gestión emocional que es importante en el proceso", detalló y explicó que muchos casos clínicos presentan "estados de frustración" o " miedo al fracaso", lo cual evita que la persona se oriente a buscar alternativas nuevas, "a pesar de que tengan muchos recursos para hacerlo".

"Con relación a los mitos, suele darse mucho en los profesionales jóvenes en pensar que es una capacidad suficiente para el éxito. Ahí lo que tenemos es una falta de conciencia real en lo que implica tener resultados en el área profesional", precisó.

En tanto, también advirtió de que otro aspecto a trabajar es la consideración de que se trata de una habilidad que se puede desarrollar. " No se necesita un coeficiente intelectual elevado para ser creativo. De hecho, uno puede ser creativo fundamentalmente basándose en conocer bien el entorno y dando una respuesta muy simple pero que sea muy relevante y plausible", ejemplificó.