ESCUCHARSi bien el tomador y beneficiario de un seguro de vida pretendió rescindir el contrato alegando que la aseguradora modificó unilateralmente las condiciones pactadas, lo que tornó excesivamente onerosa la contraprestación a su cargo, el juez Civil Manuel Rodríguez Juárez (23ª Nominación) rechazó la demanda.
El magistrado puntualizó que la compañía sólo adecuó las pautas del acuerdo a las leyes de pesificación dictadas posteriormente a su celebración y, a la vez, que la alegada onerosidad sobreviniente no fue demostrada por el accionante.
Marcos Filiberti comunicó la rescisión contractual y demandó el reintegro de la prima única de la póliza, equivalente a 10 mil dólares, asegurando que se perjudicó porque la demandada efectuó una modificación unilateral de las condiciones contractuales pactadas.
El magistrado desestimó la acción y precisó que -si bien la aseguradora modificó unilateralmente las condiciones pactadas, no lo hizo en perjuicio del actor, sino para adecuar el contrato a las nuevas regulaciones legales en el marco de la denominada emergencia económica y financiera. “Analizando las modificaciones, no se advierte que ellas hayan producido al demandado el perjuicio que invoca a los fines de solicitar la rescisión judicial del contrato”, enfatizó.
Onerosisdad
“La alegada excesiva onerosidad sobreviniente (…) no puede surgir, simplemente, de la denominada pesificación, ya que ésta no es imputable a la accionada, sino al Estado”, se destacó en el pronunciamiento.
Asimismo, Rodríguez Juárez recordó que “para que entre en juego la teoría de la imprevisión, ha de provocar una excesiva onerosidad en el cumplimiento de la prestación debida, de manera tal que el mantenimiento de la obligación importe una consumación de una flagrante injusticia”, concluyendo que tal circunstancia no se verificaba en la causa.
