ESCUCHAREl Kremlin confirmó ayer la negativa a prorrogar el instrumento. Aseguró que está listo para volver al pacto cuando se cumplan sus condiciones. La tendencia alcista de las primeras horas se suavizó al cierre de la jornada. Una eventual suba de los precios internacionales ayudaría al ingreso de dólares al país
Rusia decidió no renovar el acuerdo que permite exportar los granos ucranianos y, de esa manera, ejerce presión sobre los precios internacionales. «El acuerdo del mar Negro ha terminado de facto hoy», dijo ayer a los periodistas el vocero del Kremlin, Dmitri Peskov. «Tan pronto como la parte relativa a Rusia esté satisfecha, el país volverá inmediatamente al acuerdo sobre los cereales», añadió.
En respuesta, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, declaró ayer que su país está dispuesto a mantener las exportaciones de granos a través del mar Negro. «Incluso sin Rusia, se debe hacer todo lo posible para que podamos utilizar ese corredor (para las exportaciones) en el mar Negro. No tenemos miedo», dijo Zelenski, según declaraciones compartidas por su portavoz Serguei Nikiforov en Facebook.
El acuerdo -firmado en julio de 2022 en Estambul y prorrogado en dos ocasiones- posibilitó retirar cerca de 33 millones de toneladas de cereales de los puertos ucranianos en el último año, a pesar de la prolongación del conflicto.
Moscú llevaba ya varias semanas amenazando con no prorrogar el acuerdo, quejándose de los obstáculos a sus propias entregas de productos agrícolas y de fertilizantes, aseverando que no se cumple el objetivo declarado del acuerdo de permitir la entrega de cereales a los países pobres. Rusia es el principal productor de fertilizantes, un insumo fundamental para la agricultura actual.
Ucrania y Rusia producen en conjunto un tercio del trigo mundial y sus exportaciones son claves también en productos como el maíz y aceite de girasol, por lo que el bloqueo a las exportaciones por la guerra afectó la seguridad alimentaria, especialmente de países en vías de desarrollo.
Desde el 27 de junio no se ha aprobado la participación de nuevos buques para exportar granos, informó en un comunicado el Centro de Coordinación Conjunta (CCC), que supervisa el acuerdo.
Política interna
A contramano del mundo, el Gobierno argentino tiene sensaciones divididas respecto a la posibilidad de aumento de precios de los granos. Si bien por un lado está necesitado de dólares para llenar las arcas del Banco Central, por otro lado la inflación sigue siendo un problema. En un contexto internacional que podría favorecer al país al revalorizarse su exportaciones, la delicada coyuntura interna puede generar inquietud en las filas del oficialismo, que no puede permitirse un repunte de la inflación en alimentos como la registrada en los primeros meses del año.
Reacciones internacionales
El secretario general de la ONU, António Guterres, advirtió que millones de personas van a «pagar el precio» de esta decisión, que según él «afectará a las personas más pobres en todo el mundo».
«Centenares de millones de personas se enfrentan al hambre y los consumidores se verán confrontados a una crisis mundial por el coste de la vida. Ellos van a pagar el precio», declaró a la prensa Guterres, al estimar que la decisión rusa «afectará a las personas más pobres en todo el mundo».
Alemania y Reino Unido criticaron también a Moscú; la presidente de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, calificó la decisión de «cínica».
Precios
A escala internacional, los precios del trigo y el maíz cerraron a la baja. El precio de la soja, por su parte, cerró al alza debido a las preocupaciones sobre el clima seco en el medio oeste de Estados Unidos. Así, el clima de ese país fue más relevante que la caída del acuerdo en la zona del conflicto. Sin embargo, si con el correr de los días se constata una dificultad de Ucrania para exportar sus granos, eso se trasladará a los precios de los mismos.
La Bolsa de Comercio de Rosario señaló en su reporte diario: «Los futuros de soja cerraron al alza debido a los pronósticos de clima seco en partes del Medio Oeste de Estados Unidos, aunque las ganancias se vieron limitadas por las expectativas de un aumento en las condiciones de cultivo semanales en el reporte semanal del USDA».
En el mercado local, el precio del abierto de soja de los compradores alcanzó 87.000 pesos. Sin embargo, el volumen negociado fue escaso debido a los rumores que circulan sobre un nuevo dólar soja. En este contexto, las recompras se situaron entre 95.000 y 97.000 pesos.
En cuanto al mercado de maíz, también se observó un bajo volumen de operaciones, ya que los participantes se mantuvieron cautelosos ante los rumores de un diferencial en el tipo de cambio. El precio del maíz disponible se cotizó en 49.000 pesos. En cuanto a la nueva campaña, los valores alcanzaron un máximo de 180 dólares. Por su parte, el trigo disponible rondó 275 dólares.
