ESCUCHARPor Patricia Cerutti
Desde hace unos meses, muchas empresas y organizaciones se encuentran atravesando situaciones críticas que los llevan a plantearse cuestiones esenciales del negocio y de su “estar” en el mercado.
¿Son los valores organizacionales funcionales en estos tiempos? ¿Es el momento adecuado para dejar a un lado el desarrollo de conceptos y hacer uso de aquellos recursos tangibles que nos hagan sentir fuertes para enfrentar los movimientos del mercado?
Desde hace unos meses -sobre todo a raíz de la presente realidad económica- hemos podido ver en nuestros más de 400 clientes empresas que, si bien hay organizaciones que en momentos de crisis deciden dejar a un costado hasta nuevo aviso el desarrollo de sus valores, también hemos podido observar cómo otras recurren a sus valores para mantenerse, más que nunca, unidas frente a la incertidumbre.
¿A qué llamamos valores? Los valores son ideas o conceptos a partir de los cuales las personas actuamos y juzgamos. Podríamos decir que son balcones, que representan a nuestros paradigmas; sin embargo, me parece acertada la metáfora que usamos en Consultores de Empresas: los valores son la brújula que nos orienta a actuar. Dependiendo adónde apunte la brújula serán nuestras acciones.
Es un gran desafío hacer de los valores los pilares de la empresa; para esto, no sólo deben estar muy bien definidos; además, los líderes de las organizaciones tenemos que asumirlos e incorporarlos a los propios valores personales para poder promoverlos entre nuestros colaboradores.
Si bien es la propia empresa la responsable de mantener, promover y divulgar diariamente los valores organizacionales, es por medio del compromiso de los líderes que podrán pasar de ser una definición y convertirse en vivencias en continuo desarrollo. Esto requiere una decisión política y estratégica de la organización. Es de esta manera como todos los colaboradores tendrán la oportunidad de conocer el significado de los valores que le propone la empresa, ponerlos en práctica en su vida laboral y sumarlos a sus propios valores personales.
Cuando como organizaciones somos capaces de crear un ambiente donde se comparten valores, el impacto se ve en el rendimiento y éxito de la empresa.
Además, desarrollando nuestros valores estaremos brindando patrones para la toma de decisiones por lo que se reducirán los riesgos de que haya fallos en la implantación de estrategias.
Dotar a una empresa de valores claros y bien definidos ayudará a darle una personalidad fuerte y un alto sentimiento de pertenencia a sus miembros, sintiéndose miembros de una comunidad que trabaja para conseguir sus metas y sus objetivos, teniendo presente el cómo se hará.
En Consultores de Empresas estamos en este trabajo consciente de desarrollo de valores desde hace tres años, al punto que hemos desarrollado una herramienta que se incluye en el proceso de selección de nuestros colaboradores y que tiene como objetivo saber si los postulantes tienen desarrollados nuestros valores o tienen posibilidades de hacerlo, para saber si esa persona, además de sus recursos técnicos, podrá sumarse en armonía al pensamiento colectivo y adaptarse a la cultura organizacional de la empresa.
Los valores se suman a los pilares de una organización, por eso, las empresas que liderarán el mercado son aquellas que desarrollen un compromiso real con sus valores y lo sepan comunicar y hacerlos vivos y desarrollarlos con sus colaboradores.
* Gerente de Marketing y Comunicación Institucional de Consultores de Empresas
