Por Matías Altamira
La subasta judicial electrónica implementada por el poder Judicial tuvo días atrás 26 ofertas a las 10.59; es decir, se hizo una oferta cada 2.3 segundos hasta cerrar el acto, a las 11.
Según la descripción del martillero Rubén Castro, el bien rematado fue un plotter marca HP modelo Q6687A, Designjet 1110 p, Enerny Star, especial para impresión de diseños gráficos.
La Secretaría número 20 de la Sala 10ª de la Cámara del Trabajo dispuso que la subasta comenzara el 3 abril a las 11, y que finalizara el 10 también a las 11; que el bien saliera a la venta sin base, y que el monto incremental de las pujas fuera de $200.
A los cinco minutos de iniciado ya tenía la primera oferta, recibiendo durante ese primer día propuestas por un total de $1.200, un monto que fue creciendo durante los días siguientes hasta que, a las 10.57 de la última jornada las ofertas alcanzaron un total de $4.600. A las 10.58 se realizaron ocho más, alcanzando así un valor de $6.200, y a las 10.59 los interesados hicieron 26 ofertas. El valor final de bien escaló hasta $11.400. En el último minuto la subasta fue pura adrenalina y estuvo disputada por seis usuarios.
La fuerza obligatoria de las ofertas está regulada en el Artículo 974 del Código Civil, al disponer que obliga al proponente y que la formulada por un medio de comunicación instantáneo, sin fijación de plazo, sólo puede ser aceptada inmediatamente.
Decisión
En el caso de las subastas judiciales electrónicas, el proponente es cada usuario único debidamente registrado, ya sea persona física o jurídica; y la aceptación de la oferta es instantánea, ya que se materializa en milésimas de segundos al difundirse a los demás postores en la página del bien en subasta.
Se trata de una muestra contundente de la correcta decisión del Poder Judicial de Córdoba de transparentar y hacer eficiente la liquidación de activos de los deudores, para beneficio de ellos y de sus acreedores.
