ESCUCHAREl sector de los desarrollos inmobiliarios es uno de los más dinámicos del mercado cordobés, y hasta ahora, es la “mejor forma de resguardar capital”, según ratifican sus protagonistas. Lejos de haber sobrevivido a meses “flojos” durante el año -convulsionado por la crisis internacional- el rubro ha mostrado una mejora en el primer semestre.
Sobre actualidad y futuro, se explaya en Comercio y Justicia, Horacio Parga, titular de la Cámara de Desarrollistas Urbanos de Córdoba (Ceduc).
– ¿Cómo describiría la situación actual del sector y un panorama a futuro?
– El primer semestre muestra una mejora de la actividad, producto de la evolución positiva de la crisis internacional y su influencia sobre Argentina. Además, se alejan las posibilidades de una devaluación, pensando el dólar como principal competidor de la inversión en productos inmobiliarios. El mercado ha podido demostrar que los precios no han bajado a pesar de la crisis que se atraviesa. Así, los inmuebles siguen siendo un resguardo seguro del capital. Y, con el esfuerzo de las desarrollistas que están en permanente búsqueda de canales de financiamiento -limitados pero posibles- se está atendiendo la demanda del usuario final. En lo que respecta al panorama político, creo que a partir de diciembre y en función de la necesidad de consenso, vamos a vivir un clima de mayor estabilidad, elemento básico para el mercado inmobiliario.
– ¿De qué forma la actividad de la construcción sostiene el sector?
– Puntualmente en Córdoba la actividad de la construcción viene mostrando variaciones interesantes. Si lo analizamos en superficie permisada, que según los permisos de construcción tramitados refleja el nivel de actividad futura, Córdoba muestra un avance constante desde 2002, por encima de Rosario, que si bien tiene un ritmo de crecimiento mayor, no llega a superar en metros permisados a Córdoba. Y es llamativo también en relación con Buenos Aires, donde la superficie permisada ha mostrado una variación interanual negativa de hasta 11% entre 2008 y 2007, mientras que en Córdoba llega a 46% de incremento en el mismo período. Este mismo nivel de crecimiento se presentó en la primera parte de 2009, en un contexto de crisis internacional y mientras la mayoría de los municipios del país relevados por Indec registraron bajas de entre 10% y 20%.
– ¿Cuáles son los problemas más acuciantes del sector?
– Sin duda la falta de financiamiento es uno de los más serios. En cualquier país del mundo, el desarrollo de la actividad viene ligado a las posibilidades de financiamiento, mientras que en nuestro país, salvo por las líneas del Banco de Córdoba y el Hipotecario, el crédito es prácticamente inexistente, lo que deja reprimida la demanda de una clase media que hoy representa alrededor de 40% de la población argentina. Si se logra algún tipo de financiación que cubra esta demanda, sin duda significaría una explosión de la construcción, pero siempre en un marco de estabilidad y seguridad jurídica que es tan necesario como el crédito mismo.
Por otra parte, los costos agregados a la actividad, tanto impositivos como de los organismos relacionados, frena cada vez más el impulso a desarrollar nuevas iniciativas.
– ¿Cuáles son los proyectos más certeros a largo plazo?
– El mercado ha experimentado un cambio donde los desarrollistas circunstanciales se van quedando afuera y se mantienen los
