ESCUCHAREl tratamiento con pellet de testosterona implica la colocación de una diminuta cápsula de hormona subcutánea que, entre otros beneficios, aumenta la de energía diaria, el ánimo y la libido, mejora del rendimiento sexual, el sueño, la memoria y la concentración
Gracias a los avances de la ciencia, la medicina y la ginecología regenerativa, las mujeres mayores de 40 años, menopáusicas y posmenopáusicas cuentan ahora con diversidad de tratamientos que mejoran su calidad de vida, como la aplicación de pellet de testosterona («chip sexual»), el hifu vaginal, la labioplastia (cirugía estética de labios), el láser, la radiofrecuencia, la carboxiterapia, bioestimulación con PRP, hilos tensores y ácido hialurónico en labios, entre otros.
“La prolongación de la expectativa de vida de las mujeres y su deseo de bienestar físico, anímico y sexual ha llevado a la ciencia médica a desarrollar el concepto de longevidad saludable junto con diferentes tratamientos que permiten lograr una mejora en el rendimiento general de quienes a lo largo de los años comienzan a sentir síntomas como falta de energía, ánimo y deseo sexual, y molestias en las relaciones, entre otros”, explicó Juan Machado de Villafañe, director médico del Centro de Ginecología Regenerativa, Estética y Funcional, que funciona en la Clínica Las Rosas, ubicada en avenida Luis de Tejeda 4445, Cerro de las Rosas, zona noroeste de la ciudad.
Consultado sobre el tratamiento de mayor demanda, Machado aseguró que “a partir de la cuarentena y la necesidad de sentirse mejor se incrementaron notablemente las consultas de todos los tratamientos, especialmente del pellet de testosterona o ‘chip sexual”.
“Actualmente, estamos colocando entre cuatro y cinco pellet por semana”, adelantó el especialista, quien explicó que se trata de una cápsula de hormona bioidéntica, del tamaño de un grano de arroz, que contiene testosterona y se coloca en el cuerpo vía subcutánea.
“Las recomendaciones para lograr una mejor calidad de vida a medida que avanza la edad se basan en tres pilares: buena alimentación, ejercicio físico y correcta modulación hormonal. En este último aspecto y gracias a los avances de la medicina, se desarrolló el tratamiento con pellet de testosterona bioidéntica, también conocido como ‘chip sexual’, que suple la falta de esta hormona que se va perdiendo con el tiempo, cuya pérdida provoca infinidad de síntomas y malestares como falta de energía, disminución del deseo sexual, falta de lubricación (vaginal), falta de ánimo e insomnio, entre otros”, explicó Machado.
En el caso de la mujer, la testosterona empieza a disminuir a partir de los 25 años, aproximadamente, de manera que los niveles plasmáticos de una persona de sexo femenino de 40 años pueden llegar a ser la mitad que los que tenía a los 20 años. Esta disminución puede relacionarse con los numerosos síntomas y signos propios del proceso de envejecimiento antes descriptos, muchos de los cuales también comienzan a aparecer muchos años antes de la menopausia.
Entre los beneficios de la aplicación del pellet se destaca la mejora de los síntomas que surgen con el climaterio y la menopausia en las mujeres y la andropausia en el hombre, como el aumento de la energía diaria, del rendimiento sexual, de la libido y de la lubricación vaginal, la mejora del sueño, el ánimo, la memoria y la concentración.
También ayuda en el descenso de peso eliminando y redistribuyendo la grasa corporal y aumenta la masa muscular. Es el mejor tratamiento auxiliar para osteopenia y osteoporosis, equilibra el colesterol, las lipoproteínas y lípidos, protegiendo la función cardiovascular; equilibra y mejora el metabolismo de los hidratos de carbono (glucemia), suplementa terapias en diabetes tipo II; y en síndrome metabólico, está probado como efecto protector sobre el riesgo de cáncer de mama y de próstata, y mejora la calidad de vida en pacientes con enfermedades crónicas, entre otros.
La aplicación se realiza en consultorio, es indolora y ambulatoria, e implica una pequeña incisión, de unos tres milímetros, en alguna zona grasa del cuerpo; se aplica un poco de anestesia local.
El efecto dura entre cinco y seis meses, periodo durante el cual el pellet va liberando las hormonas de manera gradual hasta terminar de reabsorberse y desaparecer completamente en el organismo. Se recomiendan dos colocaciones al año.
“El uso prolongado de este tratamiento produce beneficios y mejoras a largo plazo que ayudan a lograr una longevidad saludable, y puntualmente consiste en devolverle al cuerpo una hormona que ha perdido con los años, por lo que utilizado de manera correcta no provocan efectos colaterales”, aseguró Machado.
