¿La política tributaria puede reducir las conductas de riesgo vinculadas a enfermedades no transmisibles?

Un informe de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) analiza la suba impositiva para bebidas azucaradas en las Américas y evalúa los resultados

Los comportamientos de riesgo que están asociados al diagnóstico de enfermedades no transmisibles (ENT) se encuentran favorecidos por distintas variables , tanto subjetivas como sociales.

En este sentido, es importante focalizar en que distintas políticas públicas permiten disminuir tales conductas o favorecer entornos menos nocivos para la emergencia de determinadas prácticas [privado]

El tema es abordado por un informe de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) que advierte de la importancia de la política tributaria como herramienta disuasiva para disminuir los riesgos que llevan a la aparición de diferentes patologías.

En este caso, la entidad analiza lo sucedido en la región de América Latina y el Caribe con las bebidas azucaradas y cómo un sistema tributario que contemple alzas en los impuestos de manera selectiva para este tipo de productos puede contribuir al desarrollo de comportamientos de consumo más saludables.

El informe, titulado “La tributación de las bebidas azucaradas en la Región de las Américas” explica que “los impuestos selectivos sobre las bebidas azucaradas representan una política eficaz y basada en la evidencia para prevenir las ENT”.

En la misma línea, se agrega que -junto a disposiciones similares aplicadas en los productos tabacaleros y en las bebidas alcohólicas- este tipo de iniciativas fiscales “constituye una herramienta para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible”, representando - además- “una ganancia triple”. Es decir, tales medidas permiten mejorar la salud de la población, generar ingresos y reducir a largo plazo los costos de atención de la salud y las pérdidas en la productividad.

Vale señalar, en este punto, que otras normativas también resultan fundamentales en relación al primer y último objetivo consignado por la OPS. Sólo por tomar como ejemplo políticas públicas que se encuentran en debate en Argentina y que buscan el mismo efecto (disuadir determinados comportamientos), se puede nombrar el etiquetado frontal que está en instancia parlamentaria del Congreso de la Nación y la prohibición en Córdoba para la exhibición de alimentos ultraprocesados en la línea de caja de los supermercados.

En el mismo sentido, retomando el análisis sobre las bebidas azucaradas , es preciso indicar que su consumo está estrechamente asociado a los diagnósticos de sobrepeso, diabetes, enfermedades cardiovasculares, caries dentales y osteoporosis, entre otras.

“ La obesidad es un factor importante de enfermedades crónicas prevenibles y de costos de atención de salud elevados . Por ejemplo, en el 2005 se calculó que los costos anuales de atención médica por enfermedades relacionadas con la obesidad en el segmento de adultos a escala nacional en Estados Unidos ascendían a US$209.700 millones; a ello cabe agregar que un mayor peso corporal en los niños se ha vinculado con un monto de US$14.100 millones en costos anuales adicionales por medicamentos de venta con receta, salas de urgencias y consultas ambulatorias”, explicó la OPS, y agregó que debido a estas problemáticas de salud también han logrado calcularse “costos sustanciales de productividad y de capital humano” , especialmente en los casos de ausentismo al trabajo y mortalidad prematura.

Así, el documento de la entidad indica, además, que “destinar una parte del ingreso tributario a programas gubernamentales específicos dirigidos a la promoción de la salud u otros bienes públicos es un aspecto de las políticas fiscales que puede ayudar a generar apoyo al impuesto por parte del público y potenciar las metas de salud pública”, en tanto que “la asignación específica a programas relacionados con la nutrición y la actividad física puede complementar los efectos de salud previstos del impuesto”.

Región

En las Américas, según precisa la OPS, a fines de 2019 se contabilizaban 21 estados miembros y siete jurisdicciones de Estados Unidos que lograron implementar impuestos selectivos sobre las bebidas azucaradas.

Las disposiciones impositivas relevadas son variadas y van desde impuestos selectivos específicos hasta tributos aplicados en distintas instancias de la cadena de valor. En este marco, los resultados que se han obtenido con esta herramienta en cada país dependen de varios factores , según precisa el organismo internacional en el documento consultado.

“Los impuestos selectivos sobre las bebidas azucaradas representan una política eficaz y basada en la evidencia para prevenir las enfermedades no transmisibles”.

Organización Panamericana de la Salud

Entre los principales determinantes, se encuentra la proporción en que el impuesto se traslada al consumidor final en forma de incremento de precio del bien . Además, también es necesario considerar las pautas de sustitución que se generan entre quienes compran

Así, todavía existe escasa evidencia -señala la OPS- “sobre la medida en que los consumidores pueden estar sustituyendo bebidas azucaradas por otras fuentes de azúcares, por ejemplo al comprar más golosinas y otros productos”.

De hecho, indica el informe “algunos estudios han examinado la sustitución entre bebidas y otras fuentes de calorías y concluyeron que los aumentos de precios de las bebidas azucaradas llevan a una cierta sustitución por distintos alimentos, lo cual contrarresta parcialmente las reducciones de la ingesta de azúcares o calorías resultantes de la disminución del consumo de bebidas azucaradas de mayor precio”, precisando que “tales sustituciones pueden contrarrestar los beneficios para la salud buscados con los impuestos sobre las bebidas azucaradas”.

De esta manera, concluye la OPS, “se necesitan evaluaciones tributarias para comprender estos comportamientos de elusión fiscal y sus posibles consecuencias no intencionales”. En tanto, también es necesario considerar que estas disposiciones tienen efectos distributivos (en general de carácter recesivo), pueden orientar a que las compras sean realizadas en jurisdicciones no alcanzadas por las normativas , y al tener consecuencias en el nivel de demanda de distintos productos pueden impactar en el empleo. [/privado]