miércoles 9, octubre 2024
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Comercio y Justicia 85 años

“Hay tantos modos de la sexualidad como personas en el mundo”

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Por Luz Saint Phat / [email protected]

En entrevista con Comercio y Justicia, la psicoanalista Eugenia Molina aborda cuestiones claves de la época, como la multiplicidad de nombres que asumen las orientaciones sexuales y el debate sobre el lenguaje inclusivo.

Cada día, se extiende en todo el mundo el debate sobre las orientaciones e identificaciones sexuales que se multiplican, buscando dar un nombre a la particularidad en que cada quien manifiesta y explora su posición sexuada.

Las discusiones, no libres de tensiones y poderosas disputas de sentido, se dan hacia el interior de los movimientos feministas y que militan el derecho a la diversidad y/o la disidencia, pero también en las mesas familiares y en las instituciones educativas, que tienen que transformarse frente a lo que acontece.

En este sentido, el psicoanálisis de orientación lacaniana ofrece una mirada interesante, que contempla las formas singulares en las que cada cual busca identificarse y decide emprender un camino propio en torno a lo sexual. 

Sobre estos temas, dialogó con Comercio y Justicia la psicoanalista Eugenia Molina, directora de la Escuela de Orientación Lacaniana Seción Córdoba (EOL Córdoba) y miembro de la Asociación Mundial de Psicoanálisis (AMP).

En el transcurso de la conversación, Molina se refirió a las XXIX Jornadas Anuales de la entidad que dirige, la cuales se realizarán los días 25 y 26 de junio próximos, bajo el título “Otro sexo”. Además, la especialista analizó cómo la cuestión de la diversidad y los géneros se refleja actualmente en el lenguaje y cuál es la propuesta del psicoanálisis en torno a estos emergentes. 

¿Por qué las nuevas jornadas de la EOL Sección Córdoba se titulan “Otro sexo”? ¿Cómo surgió tal denominación y qué de lo que acontece hoy en el mundo se intentará abordar en este encuentro?

-Este año, nos interesa investigar especialmente la cuestión de lo femenino. Para el psicoanálisis, “Otro sexo” (con mayúscula y en singular) alude fundamentalmente a la sexualidad, a la posición femenina. El psicoanalista Jacques Lacan se dedica bastante a eso al final de su enseñanza y nos interesa abordar las distintas interpretaciones e incluso los equívocos que puede producir “otro sexo” en la jerga no psicoanalítica. Me pasaba, por ejemplo, cuando yo posteaba en las redes sociales el título de la jornada, que amigos y familiares que no tienen nada que ver con el psicoanálisis, me preguntaban y me decían “qué interesante”, “de qué se trata”, “cuál es el otro sexo”. Son equívocos que la lengua produce y que son importantes para los psicoanalistas, a la hora de poder investigar más profundamente en nuestros conceptos fundamentales. En este caso, con respecto a “lo femenino”. También nos interesa conversar con otros discursos acerca del debate sobre el sexo y el género, las relaciones entre los sexos, las dificultades entre los sujetos en relación a econtrar un partenaire sexual, y también la elección de quienes se orientan por no tener vida sexual. Eso también es un fenómeno de época.

Además, vale la aclaración de que cuando decimos “lo femenino” no estamos solamente hablando de las mujeres, sino que también puede ser una posición tomada en diferentes sujetos.

– En los últimos años, ha sido muy significativo el debate en torno al lenguaje y la sexualidad.  La “x”, el “@” y la “e” tratan de dar lugar a un abanico de posibilidades. ¿Por qué interpreta usted que esto sucede? ¿Por qué estas discusiones se anudan, justamente, en el lenguaje?

– Me parece apasionante el tema porque en el psicoanálisis -sobre todo en los inicios de la enseñanza de Lacan- la cuestión del lenguaje y la palabra han sido fundamentales. Y verdaderamente nuestra práctica, la de los psicoanalistas, es posible en relación a los sujetos que hablan. Y no me refiero solamente a emitir sonidos o sílabas que arman una palabra. Hay distintas maneras de hablar: con los cuerpos, con las miradas, con los gestos, con actos, pero tomando el lenguaje como la articulación de palabras, de sonidos de lo que llamamos significante. En este punto, es importante señalar que la técnica básica, madre del psicoanálisis, es la asociación libre, es decir, la libertad en el lenguaje. Se trata de que cada persona que llega al analista pueda hablar como quiera, y así, las “x”, las “e” o cualquier modo inclusivo del lenguaje es totalmente aceptable. Cada persona tiene el derecho a hablar y a ser escuchado como considera que debe hacerlo. Ahora, es interesante plantear que, a  veces, hay un purismo tal con respecto al lenguaje, en donde se presenta una exigencia de hablar de una manera específica porque muchas palabras pueden ser consideradas hoy ofensivas. Así, el problema se presenta cuando intentamos armar una lengua, un lenguaje universal, de un modo tal que todos tengamos que ubicarnos uniformemente y universalmente en ese modo. Entonces, si todos tuviéramos que hablar con la “e” o con la  “x”, también podríamos pensarlo como un modo segregativo. Me inclino a pensar que cada ser hablante tenga el derecho a manifestarse y ser escuchado como quiera hacerlo. Y allí habrá un psicoanalista con las orejas bien abiertas para poder recibir eso. Es mi idea, al menos, de cómo el analista acoge las particularidades de la época. 

– ¿Qué puede proponer el psicoanálisis en relación a estos temas, al momento de aportar a la discusión social?

A mi me gusta mucho la idea del “analista ciudadano” que sabe interpretar la época. Es el analista que sale de consultorio, y no solamente porque lo invitaron a hacer una nota o a dar una conferencia. Se trata de tener la apertura suficiente para que cuando nos consulte cualquier persona que sufre, podamos salir de nuestras cuatro paredes. El psicoanálisis nace para aliviar los sufrimientos y tiene esa brújula. Por eso, no tenemos respuestas universales pero sí subrayamos la importancia de dignificar lo singular de cada persona. 

No binario

“El psicoanálisis va más allá de un planteo binario. Podríamos decir que hay un “no binarismo” lacaniano, en tanto que cuando decimos “lo femenino”, se va más allá de los hombres y las mujeres. “Lo femenino” alude a un espacio lógico llamado “no todo”, en tanto no todas las personas se rigen en todo momento por las normas fálicas. Esta posibilidad abre un campo de alternativas con respecto a cómo se ubican los seres hablantes en tanto sexuados. Puede haber tantos modos de posicionarse respecto de lo sexual como personas.”, dijo la psicoanalista Eugenia Molina.

Comentarios 1

  1. María Alejandra Marquez says:

    Excelente! Felicitaciones por el abordaje a una realidad de la que aun muchos se niegan a hablar.

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