ESCUCHARDeberá indemnizar con más de 400 mil pesos a la paciente, quien detalló que informó al dentista que sentía dolores en la boca y en huesos de otras partes del cuerpo y que aquél le dijo que todo estaba bien
Un odontólogo y su compañía de seguros fueron condenados a indemnizar a una paciente, quien sufrió daños y perjuicios por el fracaso del implante que aquél le colocó, lo que derivó en que sufriera varias patologías con consecuencias en su salud que aún perduran.
La mujer era paciente regular del accionado.
Según expuso en su demanda, le extrajo un premolar y comenzó a trabajar en el hueso, probó distintos pernos sin concluir la labor y rellenó la herida con un producto que, según le dijo, era calcio.
La actora relató que con el paso de las horas comenzó a sentir fuertes dolores y que como no pudo contactarlo concurrió a la guardia del Hospital Zonal de Bariloche, donde le recetaron antibióticos y calmantes. Sin embargo, precisó que sus severos malestares continuaron, por lo que permaneció en reposo hasta el día en que concurrió a realizarse un control con el demandado, quien le aseguró que todo estaba bien.
No obstante, la reclamante explicó que su situación empeoró y que los dolores se extendieron a los huesos de sus rodillas, a sus manos y espalda y que presentó alta temperatura. En tanto, narró que luego de una serie de derivaciones, la atendió el cirujano maxilofacial del hospital de Bariloche, quien a través de una tomografía le advirtió de que debía realizarse una operación de urgencia.
La accionante informó que para someterse al procedimiento tuvo que viajar dos veces a Cipolletti, pagando los gastos de traslado, y detalló que le sacaron hueso en descomposición y le hicieron 21 puntos.
A su turno, el juez rionegrino admitió el pedido de la mujer y enfatizó que la omisión de su odontólogo de prestarle asistencia “conforme a los principios de la ciencia y del arte de curar” era lo que daba lugar a la responsabilidad contractual, porque “el profesional se compromete en una obligación de medios para satisfacer la natural expectativa del paciente para recuperar la salud o mejorar su estado».
Para el juzgador, «la conducta negligente quedó demostrada en el marco del dictamen realizado por el perito odontólogo», que concluyó que el demandado no cumplió el protocolo mínimo que se utiliza para la colocación de un implante.
En su fallo, el magistrado reseñó que el especialista concluyó que el accionado “debió haber sabido que la paciente no tenía hueso suficiente para colocar un implante” y que no fue correcta la sutura que realizó porque uno de los tres puntos se cortó y, posiblemente, provocó alveolitis.
Para establecer la reparación, el sentenciante ponderó que la mujer aún sufre dolor casi permanente en la cara y en la boca y que no puede morder con el premolar izquierdo ni puede besar, lo que repercutió en su vida familiar, ya que se encuentra molesta y fastidiosa.
Por ello, condenó al profesional y a su compañía de seguros a indemnizar a la paciente con la suma de $419.549, más gastos de medicamentos, tratamiento psicológico y odontológico y daño moral.
