Un consorcio y la Municipalidad responden por daños causados por derrame de líquido cloacal

La cámara interviniente entendió que había constancias de que el municipio había reparado un caño obstruido y de que el edificio no cumplió con el deber de mantenimiento que le competía

La Cámara 8ª Civil y Comercial de Córdoba confirmó la responsabilidad de un consorcio y de la Municipalidad de Córdoba por los daños ocasionados por un rebalse de aguas cloacales en el departamento de la demandante.

El tribunal -integrado por los vocales Gabriela Eslava (autora del voto), María Rosa Molina de Caminal y Héctor Liendo- analizó el recurso de la Municipalidad, en el que sostuvo que la existencia del hecho y de los efectos dañosos invocados en la demanda, en lo que hace a su parte, no se encuentran acreditados; que no se ha probado el colapso ni obstrucción de la red colectora cloacal general, ni que haya fluido líquido cloacal por la boca de inspección de la esquina ni que el fluido cloacal se rebalsara.

Naturaleza

La cámara indicó que la naturaleza del hecho lesivo “permite arribar a la certeza de que su causa se originó por algún defecto o vicio en algún tramo de la red de aguas servidas, al argumentar que no resulta razonable afirmar que su presencia allí pudiera haber tenido otro origen diferente que no sea el de la red de desagüe de aguas servidas y, siendo que hasta ese momento funcionaba correctamente”.

El fallo coincidió con la valoración efectuada por la a quo en cuanto a que de la informativa puede válidamente concluirse que existió la obstrucción de la colectora cloacal, destacando que de la prueba informativa se desprende que la Municipalidad, con fecha 23 de abril de 2016, recibió un llamado telefónico en el que se informaba una supuesta obstrucción en el conducto cloacal que sirve al inmueble de calle 27 de Abril 625 y que, con fecha 25 de abril de 2016 se presentó personal municipal “para realizar la desobstrucción” y “dejó funcionando la colectora cloacal de forma normal”.

La alzada observó que, si bien de la literalidad de lo informado no surge expresamente que haya existido una obstrucción, claramente surge ésta de forma tácita, pues si la cuadrilla se presentó “para realizar la desobstrucción” y se reconoce que la mencionada cuadrilla “dejó funcionando la colectora cloacal de forma normal”, es porque dicha colectora no estaba funcionando de forma normal y fue la cuadrilla la que se ocupó que así lo hiciera.

Testimoniales

Las testimoniales señalaron “una boca de cloaca que estaba rebalsada”, por lo que se fue a verificar el estado del sótano del edificio, el cual estaba tapado de agua, que vio “de dónde ingresaba el agua y que era de la cloaca”, por lo que llamó a Defensa Civil.

Así las cosas, la cámara definió que las reglas de la experiencia evidencian que una obstrucción resulta plenamente idónea para originar el retorno de aguas servidas a las redes que allí las desagotan, causando una inundación con dicha materia, y analizó que el consorcio demandado considera que está probado que la verdadera y única causa eficiente del hecho fue la obstrucción de la colectora cloacal, que la responsabilidad es exclusiva de la Municipalidad, que de obstruirse y colapsarse la red pública donde se evacúan los líquidos que se generan en los domicilios particulares, por más que les pongan bombas de achique y válvulas de retención, igualmente los líquidos generados en el interior del edificio no podrán salir y se anegará el subsuelo, lo que constituye un hecho fortuito para el consorcio.

Para la vocal, si bien no existe una norma expresa que obligue a los vecinos a contar con bomba para la extracción de líquidos cloacales, lo cierto es que ello evidentemente resulta una necesidad en casos como el del consorcio demandado, en los que existen oficinas y baños en el subsuelo, bajo el nivel de la calle.

Trascendencia

Por otro lado, a los fines de dilucidar si existió responsabilidad del consorcio, “de gran trascendencia resulta el hecho de que su responsabilidad por el siniestro de marras resultó objetiva en razón de tratarse de un daño derivado del vicio o riesgo de la cosa”.

El tribunal entendió que, si bien “el apelante aduce que no se acreditó ninguna falta de mantenimiento de la tubería ni deficiencia alguna de la conexión cloacal del inmueble, ello carece de sustento veraz, siendo que en autos se encuentra suficientemente acreditada la existencia de fallas en el sistema de extracción de líquidos cloacales”.

A su vez, el fallo aclaró que -aun cuando el consorcio no participa de la prestación del servicio público- es decisivo que tiene bajo su ámbito de control y administración el tramo de la instalación de saneamiento que resulta común a todo el edificio, mediante el cual se evacúa el total de las aguas servidas del edificio hacia la red municipal.

En consecuencia, en el fallo se resolvió que resulta responsable por los daños que puedan sufrir los particulares por deficiencias existentes en dicho tramo de la instalación.

Autos: " T., D. I. C/ CONSORCIO EDIFICIO SOBREMONTE - ABREVIADO - DAÑOS Y PERJUICIOS - OTRAS FORMAS DE RESPONSABILIDAD EXTRACONTRACTUAL- Expte. 7127884"