Para cancelar una deuda en dólares hay que tomar la cotización del momento del depósito

El acreedor había considerado el valor determinado en el peritaje. Para el tribunal, la tasa pasiva más 2% nominal mensual resarce la escalada inflacionaria

En el marco de una ejecución de sentencia que hizo lugar a una demanda en la cual se reclamaba una obligación de valor expresada en dólares estadounidenses, la Cámara 7ª en lo Civil y Comercial de Córdoba hizo lugar al recurso presentado por la actora, por considerar que -en función de la cotización del dólar vigente a la fecha en que la ejecutada había anoticiado a la contraria el depósito- la suma consignada sólo permitía al acreedor adquirir una cantidad de dólares inferior a la adeudada, por lo que se trataba de un pago parcial.

Sin embargo, el fallo ordenó que los intereses moratorios no sean calculados de acuerdo al criterio "Hernández", porque éste contiene un resarcimiento inflacionario, cuestión que ya está cubierta por la variación del valor de la moneda extranjera, determinando una tasa de interés pura de ocho por ciento anual.

En el caso, el juez de primera instancia otorgó valor cancelatorio total al pago efectuado por el demandado, en moneda nacional, de una deuda en dólares, tomado como valor del dólar aquel informado en la pericia de tasación, resolución contra la cual la actora apeló.

Facultad

El tribunal integrado por los vocales Guillermo Tinti, Julio Sánchez y Leandro González Zamar indicó que, por existir más de un tipo de cambio permitido por el ordenamiento jurídico, la facultad del deudor de optar por uno de ellos debe constituir un pago íntegro, lo que implica que se libera de su obligación "dando el equivalente en moneda de curso legal", desde que, como regla, el acreedor no está obligado a recibir pagos parciales.

Así, el tribunal sostuvo que si a la fecha en que los codemandados denunciaron el depósito de marras (05/11/2019), el dólar equivalía -en el mercado oficial de cambios- a $63,50, conforme a la cotización del Banco Nación de ese día, la consignación de la suma de $9.750.000 equivalía a US$153.543,30, inferior al monto adeudado (US$180.000), máxime si se tuvieran en consideración los topes mensuales para adquirir dólares que se fueron sucediendo y aún hoy se mantienen.

Por lo cual se concluyó que el depósito efectuado por los codemandados no constituyó un pago íntegro, sino parcialmente cancelatorio.

En segundo lugar, la cámara consideró que tratándose de una deuda en dólares, los intereses moratorios anteriores y posteriores al depósito en cuestión debieron ser calculados mediante la aplicación de una tasa pura de ocho por ciento anual, atendiendo a la realidad del mercado financiero, contingente y variable, que indica el valor de la moneda extranjera se potenció frente a la correlativa depreciación del peso argentino, por lo que la tasa aplicable para determinar los accesorios de un capital expresado en dólares no debe cumplir una función compensatoria en el contexto de una devaluación progresiva.

Asimismo, los camaristas consideraron que el Tribunal Superior de Justicia ha puntualizado que la tasa de uso judicial para el cálculo de intereses moratorios -tasa pasiva más dos por ciento nominal mensual- contiene un componente inflacionario con la finalidad de satisfacer una doble función: la de resarcir la demora en el cumplimiento de la obligación indemnizatoria y la de paliar -por vía indirecta- la depreciación del capital de condena producida en un contexto inflacionario (en alusión al fallo "Hernández Juan Carlos c/ Matricería Austral", Sent. N° 39 del 25/6/02; íd., Sent. Nº 66/2019).

De tal manera, la decisión apuntó que al ser aplicado el guarismo de "Hernández" a los accesorios devengados desde la fecha de presentación del dictamen en donde se determinó el valor de la deuda (18/06/2018) hasta el 11/11/2019, cómo efectivamente se hizo en la planilla presentada por el actor, sobre un capital ya "actualizado" por adoptarse un valor de referencia coetáneo.

En ese orden de ideas, el tribunal opinó que se distorsiona el contenido económico de la condena, con el consiguiente enriquecimiento indebido a favor de los acreedores ejecutantes, dado que esa concreta forma de calcular los intereses implica una doble recomposición del capital -ahora expresado en pesos- por deterioro del valor de la moneda: una, a través de tomar la cotización actual del dólar y la otra, al llevar el resultado de esa conversión retroactivamente a una fecha anterior, para computar intereses durante ese lapso mediante la tasa de uso judicial que contempla -entre otros componentes- un extra por deterioro del signo monetario.

En definitiva, en el fallo se resolvió otorgar al depósito denunciado efecto parcialmente cancelatorio de la deuda en concepto de capital e intereses, debiendo imputarse su pago y procederse respecto del saldo insoluto conforme a lo expuesto.

Autos: “Sucesores de L., O. y otros c/ C., M. A. y otro – Ordinario – Daños y Perj. – Otras formas de respons. Extracontractual – Cuerpo de copia a los fines de la tramitación del recurso de apelación en contra del Auto N° 274 (Expte. n° 9862961)”