ESCUCHARCasi como una réplica exacta de lo que ocurrió en julio del año pasado, el segundo juicio por violaciones de los derechos humanos en Córdoba tuvo a Luciano Benjamín Menéndez sentado en el banquillo de los acusados exclamando que es víctima de la “inseguridad jurídica del país” y reclamando a viva voz ser juzgado por un tribunal militar.
Sentado en el mismo lugar que lo hizo cuando fue condenado a prisión perpetua y trasladado a la cárcel de Bouwer –donde todavía permanece detenido-, el ex jefe del Tercer Cuerpo del Ejército volvió a arremeter contra el tribunal que lo juzga, al que calificó como inconstitucional.
De este modo, Menéndez hizo uso de la palabra en la segunda jornada del juicio oral, aunque se negó a responder las preguntas de los magistrados que hoy lo juzgan y que componen el Tribunal Oral Federal Nº1.
En su discurso, una vez más, el represor dijo ser el responsable de todo lo ocurrido durante la última dictadura militar y salió a defender a sus subordinados, a quienes, advirtió, “no puede endilgárseles nada”.
“Éste es el primer país del mundo en juzgar a sus soldados victoriosos”, fue una de las frases que releyó el acusado en un descargo en el que, además, acusó de subversivos a quienes hoy están en el poder.
Perseguidos políticos
Además de Menéndez, los ex policías Hugo Cayetano Britos, Calixto Luis Flores y Miguel Ángel Gómez hicieron uso de la palabra y se opusieron a ser interrogados. Todos negaron los hechos y se proclamaron inocentes.
Mientras Britos dijo que nunca pudo cometer los delitos que se le endilgan puesto que es “un católico creyente”, Flores se autodenominó como “un veterano de la guerra contra la subversión y un perseguido político y judicial".
En el mismo sentido, el jefe de la Policía de la dictadura militar, Rodolfo Campos, quien participa de la audiencia por videoconferencia, negó las imputaciones, a la vez que se solidarizó con Menéndez y dijo sentirse orgulloso de haberlo conocido.
A su turno, el imputado Gómez acusó a la fiscal Federal Graciela López de Filoñuk de “ensañarse” con él y de acusarlo injustamente. Al mismo tiempo, trató de demostrar que sólo permaneció trabajando en la D2 un período corto de tiempo, que no coincidió con los días en los que estuvo detenido una de las víctimas de este juicio, Raúl Morales.
El único de los acusados que accedió a responder preguntas fue el imputado César Cejas, quien además de negar los hechos que se le atribuyen remarcó que dentro de la policía siempre fue sumariante, de tipo administrativo.
"Esto para mí es terrible, lo debo decir a viva voz, somos gente humilde y honesta… No tengo la menor idea de lo que me imputan", indicó.
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Por la tarde, el abogado de Menéndez, Alejandro Cuestas Garzón, reiteró su planteo en contra de la designación del fiscal Carlos Gonella por considerarla “ilegal". El tema ya había sido advertido por el letrado y rechazado por el Tribunal Oral Federal Nº1. Tras un cuarto intermedio, los jueces se opusieron, una
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