Expectativa por el inicio del juicio por la explosión de Raponi

El debate oral comenzará el próximo martes. Está previsto que declaren 50 testigos. Siete abogados forman parte de la querella. El dueño de la firma está acusado de estrago doloso

El próximo martes 8 comenzará el esperado juicio por el estallido, en barrio Alta Córdoba, del depósito clandestino de Raponi Química SRL , ocurrido el 6 de noviembre de 2014. La gigantesca deflagración destruyó varias viviendas, ocasionó daños de diversa consideración en cientos de casas, dejó varios heridos -uno de gravedad con secuelas definitivas- y provocó la muerte de una mujer que agonizó durante nueve días.

La causa tuvo un largo recorrido judicial y, después de siete años, será debatida en la Cámara 4ª del Crimen de la ciudad de Córdoba, con un único acusado, el propietario de Raponi Química SRL, Sergio Hilton Raponi , quien está acusado de estrago doloso doblemente calificado por el peligro de muerte a una persona y por el resultado mortal de otra . De confirmarse la acusación, podría ser condenado a u na pena que va entre los ocho y los 20 años de prisión .

Suman siete los abogados querellantes, quienes participarán del debate oral que está previsto que se extienda entre el 8 y el 23 de marzo. La Municipalidad de Córdoba también se conformó bajo esta figura.

Las audiencias tendrán lugar en horario vespertino , entre las 14.30 y las 17.45. Podrían declarar al menos 50 testigos aunque es posible que algunos finalmente se incorporen por lectura.

Serán claves en el juicio la declaración de los ex empleados y proveedores de la firma y los peritajes que se practicaron tras la explosión.

Como acusador interviene el fiscal Raúl Walda, en tanto que el tribunal estará integrado por Mario Capdevila, María Antonia de la Rúa y Enrique Berge r.

El caso

La deflagración en cadena y el posterior incendio se desató a las 20.30 del 6 de noviembre de 2014, generando destrucción total de unas 10 viviendas situadas alrededor y daños en varias casas o de cristales en un radio de varias cuadras de distancia. Se reportaron casi 400 propiedades con daños ocasionados por el estallido .

Raponi Química SRL era un emprendimiento de fabricación de tintas y fraccionamiento de productos de limpieza, entre otros fines, y tenía su sede de ventas en Avellaneda 1971, en el corazón del barrio Alta Córdoba.

Según la instrucción de la causa, la empresa Raponi tenía una cara visible pero otra que mantenía oculta. Las habilitaciones comprendieron la parte visible de la empresa y no el lugar donde se produjo la deflagración, la “parcela 10″, que no estaba declarada y donde se guardaban insumos altamente peligrosos por ser combustibles o inflamables.

Entre esos insumos, se contaban permanganato de potasio (elemento integrante de la fórmula de la pólvora); ácidos sulfúrico, nítrico, acético, peracético; acetato de propilo, ciclofosfamida y etanol.

En la causa quedó desvinculado de responsabilidades el asesor técnico de la empresa, el ingeniero químico Javier Lagares . Del mismo modo, quedaron fuera de la imputación inspectores municipales de la cara visible de la industria quienes, por lo tanto, estuvieron al margen del depósito de la parcela 10. Lo mismo sucedió con los bomberos de la Policía de la Provincia que hicieron inspecciones y brindaron las habilitaciones a la parte declarada de la firma.

En representación del herido Amaya y de la fallecida Cueto, además de otras nueve familias, actúa como querellante el abogado Carlos Nayi, quien sostiene que Raponi engañó a las autoridades para mantener la planta en funcionamiento.