El abuelo no tiene obligación alimentaria, si no se demostró que su hijo no puede cumplirla

Al no verificarse los requisitos exigidos por el ordenamiento jurídico para la procedencia del reclamo en contra de los ascendientes, se revocó lo resuelto en primera instancia por ser siempre subsidiaria

En contra de la resolución de primera instancia, que había establecido una cuota alimentaria a cargo del padre y, en caso de incumplimiento, a cargo del abuelo, éste apeló y su recurso fue admitido por la Cámara 2ª de Familia de la ciudad de Córdoba , al reparar en la necesaria acreditación de dificultades para la percepción del cobro del principal obligado como recaudo para la extensión de la obligación alimentaria a los ascendientes.

La alzada, integrada por los vocales Fabián Faraoni y Graciela Moreno Ugarte indicó que la a quo no reparó que en la causa no se probó uno de los extremos que tornan procedente el reclamo alimentario, como es la imposibilidad de percibirlos del principal obligado y sobre este punto recordó que la obligación de los abuelos es subsidiaria respecto de la que pesa en cabeza de los padres.

De allí, se derivó que la regla de subsidiariedad implica que la obligación alimentaria sólo nace en forma efectiva para el pariente más lejano cuando no existe otro que se encuentre en orden, línea o grado preferente que esté en condiciones de satisfacerla.

El fallo añadió que la obligación subsidiaria de los parientes de grado más lejano es de naturaleza condicional, sujeta a condición suspensiva y cuyo nacimiento depende del acaecimiento del hecho futuro e incierto de que el principal obligado se encuentre objetivamente impedido de contribuir o existan reales imposibilidades de concretar el reclamo alimentario en su contra, resaltando que es el incumplimiento del preferido en grado o su imposibilidad de cumplimiento lo que legitima la pretensión alimentaria en contra de los demás obligados.

Asimismo, el tribunal consideró que esta subsidiariedad legal derivada de ese orden de prelación, no supone una sucesividad procesal en el sentido de exigirse el inicio de distintas acciones, una después de la otra.

Se explicó que la demanda puede entablarse contra un pariente de grado remoto, con tal de que en el mismo trámite procesal se compruebe que los obligados en grado próximo no están en condiciones de satisfacer los alimentos.

Jurisprudencia

La cámara se basó en la jurisprudencia sentada por la Corte Suprema de Justicia en “F., L. c/ L., V.”, 15/11/2005- y habilita a quien peticiona alimentos a que, en el mismo proceso dirigido contra el progenitor -principal obligado-, extienda la solicitud al ascendiente, sin necesidad de iniciar un nuevo proceso o de cumplir pasos previos a fin de considerar expedita la vía para reclamar la prestación alimentaria, pero ello no significa que necesariamente deba pronunciarse una condena en contra del obligado subsidiario.

Se remarcó que en el artículo 668 del Código Civil y Comercial limita la procedencia del reclamo a la acreditación verosímil de dificultades para percibir los alimentos del progenitor obligado, al establecer dos obligaciones independientes que funcionan de manera subsidiaria y, en consecuencia, para hacer efectiva la merced a cargo de del ascendiente -apelante- deberá previamente acreditarse la falta de cumplimiento por parte del progenitor -obligado principal-, no siendo lo mismo ser padre que abuelo.

Así, el cumplimiento del deber alimentario por el padre torna inviable la reclamación en contra del abuelo, radicando ahí la esencia de la obligación subsidiaria que la ley le impone.

En ese marco, la conducta del progenitor cobra absoluta relevancia y no surgen en el caso indicios que, ante la limitada actividad probatoria de la ex cónyuge permitan inferir incumplimiento del progenitor a la obligación alimentaria impuesta.

En ese sentido, el tribunal consideró que se precipitó la a quo cuando extiende al abuelo paterno la obligación primigenia en cabeza del principal obligado, en tanto no se encuentran acreditados en autos los requisitos exigidos para su procedencia, aun cuando la obligación impuesta sea de carácter subsidiaria.

Carga

La cámara apuntó que sobre la ex cónyuge recae la carga de arrimar a la causa elementos que permitan al Tribunal arribar a la conclusión de que existen dificultades para el cobro de la prestación alimentaria del progenitor, coligiendo que no obra en los presentes obrados material probatorio que permita asimilar el caso traído a resolución a aquellos supuestos.

Asimismo, la decisión advirtió que lo resuelto en modo alguno coloca en situación de desamparo al menor., en tanto sus derechos alimentarios se encuentran debidamente resguardados en función de la obligación que pesa sobre sus progenitores, lo que sella la suerte de la presente queja.

Así, se valoró que en el supuesto hipotético de que se presenten dificultades para la percepción de los alimentos de parte del principal obligado, al alimentado o a la apelada -en representación- le asiste la posibilidad de satisfacer su acreencia a través de las herramientas que prevé el ordenamiento jurídico, entre las que se encuentra la posibilidad prevista por el artículo 668 CCyC.

Por lo expuesto, en el fallo se resolvió que corresponde hacer lugar al recurso de apelación articulado y revocar la resolución en lo que ha sido motivo de agravio.