Consideran accidente de trabajo el que padeció un empleado transportado

El actor sostuvo que su presencia en el camión conducido por un compañero estuvo motivada por su condición de trabajador, pues su empleador, en ejercicio de su potestad de dirección, instruyó a quien conducía para que pase a buscar al accionante por Córdoba, a fin de llevarlo al punto desde donde comenzaría con su labor

Al sostener que la presencia del accionante en el camión que protagonizó un accidente del cual le quedaron graves secuelas se debió a su calidad de empleado del titular del transporte, la Sala Laboral del Tribunal Superior de Justicia de Córdoba (TSJ) hizo lugar al recurso de casación planteado por el trabajador y condenó a la demandada Asociart ART al pago de las indemnizaciones ordenadas por al Ley de Riesgos del Trabajo (LRT). [privado]

El casacionista Matías Ezequiel Cruz se agravió del rechazo de las indemnizaciones de la ley Nº 24557, por las secuelas incapacitantes derivadas del infortunio sufrido el 6 de agosto de 2016, porque que el juzgador estimó que no se trató de un accidente de trabajo y que para concluir así, se apartó de los términos de la litis, pues el propio empleador Jorge Sachetto, al contestar la demanda, reconoció que fue un siniestro de naturaleza laboral y que teniendo los elementos para cuestionarlo, no lo hizo.

Por su parte, la aseguradora lo negó “por no constarle”, pero nunca procedió a rechazar el planteo, además de que en el pleito se limitó a una negativa genérica, sin brindar su propia versión de los hechos y por ende, no satisfizo el recaudo de la contestación (art. 192 CPCC), lo que determina que se tengan por ciertas las afirmaciones del libelo inicial.

Al tratar el recurso interpuesto el Alto Cuerpo integrado los vocales María de las Mercedes Blanc de Arabel, Luis Enrique Rubio y Luis Eugenio Angulo , indicó que el a quo, de los testimonios rendidos, derivó que quien conducía el camión al momento del evento dañoso no era el accionante, entendiendo que no estaba cumpliendo su labor como chofer ni como acompañante de manera profesional, sino sólo como tercero transportado.

"Ni el demandado ni otro testigo manifestaron que la presencia del reclamante en el móvil, fuera por una cuestión ajena a la labor".

Bajo esas premisas, el TSJ sostuvo que para arribar al decisorio que causa agravio el juzgador hizo caso omiso a que el empleador, al comparecer, expresamente reconoció que Cruz padeció un “accidente de trabajo” el día 06/08/16.

Testigo

A ello sumó a ello que quien conducía el camión en oportunidad del siniestro, testigo esencial para dilucidar el controvertido, según la propia transcripción del juez dijo que, en viaje, el empleador le indicó que pasara por Córdoba a buscar al demandante.

Así, sostuvo el TSJ que en realidad, ni el demandado ni otro testigo manifestaron que la presencia del reclamante en el móvil, fuera por una cuestión ajena a la labor, por lo que el argumento del a quo respecto a que era un tercero carece de respaldo en prueba alguna.

Asimismo, el Alto Cuerpo consideró que en el supuesto de la aseguradora, ante la denuncia efectuada por la conviviente del damnificado responde que, si en 20 días hábiles no se notificaba el rechazo del caso, podía considerarlo aceptado, derivando que “no obrando en la causa constancia en contrario, huelgan las palabras y que su negativa genérica al contestar la acción, deviene tardía para repelerla“.

Por lo expuesto, los vocales concluyeron que el marco reseñado “permite colegir que no sólo estaba fuera de discusión -por su reconocimiento y aceptación- la naturaleza laboral del acontecimiento súbito y violento, padecido por el trabajador, sino que, a la postre, la evidencia oral rendida lo ratificó“.

Jornada

En esa dirección, el decisorio puntualizó que el testigo presencial levantó a Cruz en la ciudad de Córdoba para llevarlo hasta la localidad de San Marcos Sud, que era donde iniciaba “la vuelta” (su jornada laboral), lo que demuestra que el desplazamiento que motivó el accidente fue impuesto por la obligación del servicio prestado.

Por ello, consideró el TSJ que sus consecuencias lesivas deban ser resarcidas al amparo del régimen típico de riesgos y, consecuentemente, en el fallo se resolvió que para analizar el alcance del daño, conforme a las pruebas producidas.

De tal modo, el Alto Cuerpo concluyó que correspondía condenar a Asociart ART SA a abonar en único pago las prestaciones de los arts. 15 inc. 2, 2º párr., 11 inc. 4 b) de la Ley Nº 24.557 y art. 3 Ley Nº 26.773, así como el adicional mensual por gran invalidez.