Conductora que se cruzó de carril y embistió a otro vehículo paga daños y perjuicios

Al quedar acreditada la actitud, por lo menos imprudente, de la demandada, quien en plena autopista Córdoba-Carlos Paz cruzó de carril y chocó de frente con el vehículo en el cual circulaban los demandantes, el Juzgado Civil y Comercial de 40ª Nominación de Córdoba admitió la demanda por los daños y perjuicios constatados en el caso y aclaró que, más allá que no fue demostrado el estado de embriaguez de la demandada, ésta infringió una cantidad de normas de tránsito que la hacen responsable por el siniestro.

El titular del juzgado, Alberto Julio Mayda, indicó que los actores adujeron que transitaba por la referida arteria, hacia la ciudad turística, cuando el vehículo de la demandada que se venía conduciendo por el carril contrario (rumbo a Córdoba), por circunstancias que se desconocen, cruzó el cantero divisorio, se interpuso en su circulación de contramano y los embistió en la parte media izquierda de su vehículo.

Así, tras evaluar las constancias de la causa, el magistrado sostuvo que la hipótesis relatada por los demandantes es la que se condice con la realidad de los hechos.

En ese sentido, el juez precisó que de constancias del sumario penal, que se agregaron con fecha 19 de abril de 2021, surge la existencia de dos rastros de huellas atravesando el cantero central y también la existencia de restos de vidrios y plásticos en la ruta y la posición final de los vehículos, esto es el vehículo de los actores que quedó en la banquina derecha del carril Córdoba-Carlos Paz con su frente orientado hacia el noroeste muy cercano a un poste de luz y el de la demandada quedó detenido casi transversalmente sobre la banquina derecha del mismo carril, a unos 25 metros y ubicado hacia el sur.

Constancias

De todas las constancias probatorias, que también fueron corroboradas por los daños expuestos en las fotografías, el tribunal infirió que debía tenerse por acreditado que la parte demandada se venía conduciendo por la autopista Justiniano Allende Posse, cuando por circunstancias que se desconocen y que no han sido reveladas en la causa, dejó de circular por esa calzada y comenzó a hacerlo casi transversalmente a la ruta por el cantero central, atravesándolo, lo que sin mayor esfuerzo interpretativo constituye la primera gran contravención a la normativa de tránsito, atento a tratarse de un lugar prohibido para circular.

El fallo continuó relatando que luego ingresó a la calzada contraria de la autopista y circular en contramano por la misma, hasta terminar impactando con su lateral trasero derecho en el frente derecho del vehículo de los actores, el que luego del impacto produjo varios trompos hasta que quedó detenido metros más adelante sobre la banquina y muy cercano a uno de los postes de luz.

De lo expuesto, en el pronunciamiento se derivó que ello evidencia las indebida, antijurídicas y hasta temerarias maniobras llevadas a cabo por la demandada, en franca violación a abundantes normas de tránsito.

Asimismo, la decisión mencionó que “no se ha revelado en la causa los motivos por los que la demandada comenzó a circular a través del cantero central de la autopista, pero según lo acreditado por la testigo presencial lo hizo a gran velocidad, todo lo que hace presumir que había perdido el control de su vehículo presumiblemente debido a impericia en el manejo, o sueño”.

Alcoholizada

De igual modo, se remarcó que, aun cuando los actores manifiestan que la demandada se encontraba en avanzado estado de embriaguez y que de la testimonial surge que el acompañante de la demandada, apenas producido el accidente, tiró botellas por la ventana del rodado (que la testigo cree que eran de alcohol), “lo cierto es que del sumario penal no surge que la misma haya ingerido alcohol ni drogas psicoactivas”.

Empero, y como fuere, Mayda señaló que si la demandada hubiera estado alcoholizada, ello no cambiaría en nada la atribución de su responsabilidad por el desafortunado siniestro, concluyendo que ha quedado acreditado que el accidente se produjo por exclusiva culpa de la demandada, al ser imprudente y negligente en su accionar.

Acreditada la existencia material del hecho, su mecánica y la culpabilidad de la accionada, el juez analizó los restantes elementos de prueba, a fin de determinar si revisten idoneidad suficiente como para haber producido los daños cuya indemnización se reclama.

Ingresando al capítulo resarcitorio, el magistrado verificó la existencia, extensión y cuantía de los daños invocados, por lo cual en el fallo se resolvió hacer lugar parcialmente a la demanda entablada.