ESCUCHARComo usualmente sucede cada verano, el centro de la ciudad de Córdoba se muestra bastante despoblado y el ritmo de las ventas va a tono con el paisaje. Ese es el caso de los libros que, pese a lo que se especula, es un producto que más de uno consume mayormente en verano y durante las vacaciones. Esta temporada estival sólo ha acentuado el ritmo decreciente de la comercialización que se viene registrando desde noviembre último.
Así lo aseguró a Comercio y Justicia Nelda Abed, vicepresidenta de la Cámara de Libreros de Córdoba, quien informó que, “al menos en el Centro, no hay venta de libros”.
Si bien dijo desconocer los intercambios que pudieran haberse realizado en los negocios ubicados en los grandes centros comerciales de la ciudad, Abed agregó que “las únicas librerías que están vendiendo en este verano son precisamente las que están ubicadas en los centros turísticos que tienen buena afluencia de visitantes”.
“Tenemos la oportunidad de estar realizando la Quinta Feria del Libro en Cosquín que, gracias al festival, convoca a numerosos veraneantes de otras provincias, e incluso de otros países, y eso hace que cambien un poco las cosas”, indicó.
En tal sentido, explicó que “desde noviembre” y tras la feria que se realiza cada año, durante setiembre, en el centro de la ciudad, y con la llegada de la crisis financiera internacional, “se viene registrando una marcada caída en las ventas que no se ha logrado recuperar, ni siquiera con las realizadas a raíz de las Fiestas”.
Asimismo, la directiva reseñó?que los meses “fuertes”, en cuanto a la demanda de productos editoriales, son abril (luego del inicio de las clases) y setiembre (durante la Feria del Libro local). “Si hay oportunidad de realizar eventos durante el verano en localidades turísticas, esas también marcan la diferencia en el nivel de ventas del año”, afirmó. Respecto de la feria que se desarrolla desde el 17 de enero y hasta el primero de febrero en la ciudad deCosquín, un expositor se mostró, “al igual que el resto, satisfecho con el promedio de ventas que arrancó mejor de lo previsto”.
El mismo consideró que el incremento se debe a que “el público se lleva libros para leer durante sus vacaciones”.
En cuestión de rubros, Abed manifestó que “la gente se inclina a comprar historietas, libros para chicos o las clásicas revistas de juegos y crucigramas. Esos están teniendo buenas ventas en las localidades serranas”.
Respecto de cómo se están preparando para las ventas de marzo, mes en el que inicia la temporada escolar, la directiva subrayó que llevan bastante tiempo trabajando en el armado de una campaña “prometedora”, destinada a promover la lectura y la presencia del libro, no sólo en las escuelas.
Sin embargo, no adelantó ningún tipo de detalle, ya que todos las propuestas que integrarán el evento aún no están confirmadas y “no queremos generar falsas expectativas”, justificó.
Respecto de posibles aumentos de precios para lo que será la bibliografía escolar, Abed indicó que “tampoco hay nada seguro, puede que se dé hasta una baja inclusive, pero eso lo vamos a saber recién en febrero, una vez que se retome la actividad tras las vacaciones”.
Es que muchas librería, e incluso empresas editoriales, “toman” el mes de enero para “remodelar, mudarse e incluso cerrar, porque no hay nada de ventas en el cent
