ESCUCHAREn contra de la calificación de “inconducente” con la que el Consejo de Médicos se refirió al proyecto de ley que busca que los galenos jubilados puedan autorecetarse y recetar a sus familiares, un grupo de profesionales jubilados impulsores de la iniciativa la defendió y a respondió los dichos del presidente del Consejo de Médicos, Mario Fernández. Cabe recordar que éste sostuvo que actualmente no existen impedimentos para que los pasivos puedan retener o solicitar la rehabilitación de su matrícula y consideró la iniciativa una intromisión a las potestades de la entidad.
El médico Horacio Villanueva, ex jefe del Servicio de Traumatología del Hospital Domingo Funes, hoy jubilado tras 42 años en la profesión, habló en representación de un grupo de cerca de cien médicos jubilados y expresó cuáles son hoy las dificultades con las que se encuentran para rehabilitar la matrícula.
El galeno, quien asesoró en el tema a los legisladores Raúl Jiménez y César Serra (FCS) y tiene trabajos publicados para la Organización Panamericana de la Salud (OPS), describió que en la ley de la Caja previsional de la Salud se estipula que para mantener la matrícula se debe renunciar al cobro de la jubilación, permaneciendo el derecho, pero para ejercerlo en el futuro cuando el médico se retire definitivamente de la actividad. “Ello significa que hay que hacer una erogación de aproximadamente 300 a 400 pesos mensuales para poder seguir haciendo el aporte jubilatorio y rehabilitar la matrícula”.
Otra vía excepcional existente hoy -según indicó- es para aquéllos que, teniendo 65 años de edad, con 35 de servicio, pueden solicitar habilitación de su matrícula, pero reteniéndoles de su haber previsional el aporte jubilatorio (art. 72 de la ley de la Caja de la Salud).
“En este caso, como la jubilación es un magro monto, el año pasado fue en promedio exagerado de mil pesos, le retienen entre 300 y 400 pesos del aporte lo que, obviamente, es un deterioro económico que no justifico cuando lo que se pide no es volver al ruedo de la actividad profesional abierta sino solamente realizar el acto médico para sí y para nuestros familiares a cargo”.
“No confundir”
En este sentido, aclaró que el jubilado no haría una gastrectomía de un pariente, ni le operaría la columna a la esposa sino que solamente le recetaría medicamentos o pediría análisis.
Luego agregó: “Existe una confusión en la concepción, al menos en la idea que dio a entender el presidente del Consejo, cuando dijo que se puede rehabilitar la matrícula y que hay muchos médicos que lo hacen. Los médicos que reclamamos esto no lo hacemos porque, de lo contrario, tenemos que prescindir de nuestro ingreso”.
En síntesis, lo que están pidiendo es poder recetarse a ellos mismos y a su núcleo íntimo “sin ningún costo extra que represente el aporte jubilatorio o un costo mensual de la matrícula habitual”, aunque se prevé una inscripción anual para sostener esa matrícula especial que se renovaría cada año.
Respecto de la normativa de las obras sociales, propuso crear un recetario de color específico para los médicos jubilados o buscar otras opciones a discutir en la Comisión de Salud de la Unicameral puesto que el proyecto ya cuenta con estado parlamentario. “La calificación de familiar a cargo, la relación con las obras sociales
