ESCUCHAR“La Emergencia Agropecuaria es una ley de la Nación que se debe cumplir, según la evaluación de daños que haga cada provincia y los parámetros que marca la propia ley. No es una graciosa dádiva del Príncipe”, explicó Jorge Ingaramo, economista y ex subsecretario de Economía Agraria, al ser consultado sobre la medida que anunciara la presidenta Cristina Fernández días atrás, en medio de la sequía que se extiende sobre un vasto territorio del país y deteriora las principales producciones agrícolo-ganaderas nacionales.
“Si los gobernadores la decretan, el secretario de Agricultura debe llamar al Comité Nacional de Emergencia Agropecuaria, lo que también está reglamentado en el decreto”, explicó el especialista en la materia a Comercio y Justicia.
Sin embargo, al evaluar el alcance del procedimiento, Ingaramo dijo que es un “show”.
“Aquí no hay procedimientos correctos que se ajusten a la ley y sí un show, en el marco del conflicto entre el Gobierno nacional y el campo. Pero está bien que se declare, porque hay que cumplir la ley, o si no, derogarla”, consideró.
– ¿Qué opinión le merece la consideración de Cheppi sobre la eliminación del doble cultivo?
– Cheppi no tiene nada que decir sobre el doble cultivo. Cada productor verá lo que más le convenga. Por supuesto que hacer dos cultivos es exponer el lote a más riesgo climático, porque se requiere de lluvias todo el año. Pero en años como éste, hay problemas en zonas de un solo cultivo (girasol, maíz o trigo en el sureste bonaerense). Cuando no llueve en seis meses, tampoco anda bien el cultivo único.
– ¿Y las predicciones climáticas?
– Son magras y están cambiando permanentemente, no sólo en volumen de precipitaciones sino en su distribución en el año, lo que es tanto o más importante que el volumen.
– La reducción a un cultivo, ¿puede afectar el mercado interno?
– En caso de reducirse el doble cultivo a uno solo por año habrá menor superficie, pero con mejores rindes por lote (menos riesgo). Lo que reduce la producción, las exportaciones y la recaudación y aumenta los precios, es la pésima política agropecuaria que sufrimos desde fines de 2005. Las dos campañas agrícolas pasadas zafamos por la suba de precios internacionales, que no fue toda captada por retenciones. Por eso entramos en la actual (afectada por la seca), con productores con liquidez financiera y con deseos de aumentar el área. La Oncca y las prohibiciones de exportar trigo y maíz y luego la intervención en los precios de los aceites desalentaron al sector. Fueron postergando decisiones y finalmente terminamos en la mayor sojización, que alcanza un 58% del área que, además, fue sembrada tarde (lo que traerá menos rinde). La 125 y la seca terminaron de arruinar la campaña. Y para 2009-10 será pobre porque no habrá nada de liquidez financiera y poco grano guardado para financiar insumos. Pero la culpa no será del doble cultivo sino de Néstor (Kirchner).
