ESCUCHARLas pymes no lo entienden y no lo pueden usar. Y las grandes empresas prefieren jugar en los mercados del dólar MEP y CCL. Se viene una tercera subasta de Bopreal, después de dos caídas seguidas
El Banco Central de la República Argentina (BCRA) anunció la tercera licitación de Bopreal, el nuevo bono con el cual pretende normalizar la deuda con importadores y cuyo fracaso a la fecha es una de las consecuencias de la disparada de los dólares financieros, que en sólo en las últimas tres ruedas acumularon una brecha de 48% de distancia con el dólar oficial.
La operación se realizará entre miércoles y jueves de esta semana, con un tope de adjudicación de US$750 millones, la misma cifra que la ofrecida en las dos licitaciones anteriores, subastas que sólo atrajeron adhesiones por US$60 y US$57 millones, respectivamente, muy por debajo de las expectativas de Hacienda y del BCRA.
Dado estos resultados el gobierno mantuvo una serie de reuniones con empresas, para las que fue diseñado este instrumento, con el fin de mejorar sus características.
Los Bopreal son títulos que se suscriben en pesos al tipo de cambio oficial mayorista y se pagan en dólares en plazos que llegan hasta 2027. Con los bonos, la autoridad monetaria aspira a estirar los plazos de pago de las acreencias en un contexto de alicaídas reservas internacionales.
Pero a las compañías no les resulta atractivo dado que hay dudas sobre la paridad con la que operarán en el mercado secundario y por ende aún les resulta más atractivo operar en el Contado con Liquidación (CCL), que se actualiza al instante. De hecho, los traders de bolsa porteño corrieron el rumor en las últimas horas de que el Gobierno ampliaría el uso del bono, incorporándose a la canasta de títulos que son utilizados para realizar operatorias de dólar MEP y dólar CCL, es decir para sacar dólares del país, que es precisamente el objetivo contrario al del bono, que busca traer dólares para que los importadores puedan liquidar sus acreencias con el extranjero.
En cualquier caso, si la subasta del Bopreal fracasara nuevamente esta semana, ya corre el riesgo de quedar como un papel basura con altas posibilidades de ser reemplazado por otro instrumento, que buscando su mismo objetivo, establezca un contrato de diferentes características con su portador frente al Banco Central, que sigue por el momento sin regularizar su balance y sin absorber pesos que le quiten presión al tipo de cambio. Sin contar además, con el hecho de que las importaciones siguen frenadas en el país por la ausencia de divisas para liquidarlas.
Uno de los puntos criticados por los operadores de mercado es la «opacidad de la emisión», ya que no son pocos los economistas que han señalado que muchas empresas que dicen tener acreencias por importaciones en realidad son auto préstamos de sus propias casas matrices en el extranjero, como es el caso de las terminales automotrices.
Para clarificar la situación la Secretaría de Comercio extendió el plazo para la inscripción al Padrón de Deuda Comercial por Importaciones con Proveedores del Exterior hasta el 24 de enero.
A través de este registro se podrá verificar la deuda que las empresas aseguran tener con el BCRA por importaciones, muchas de las cuales son pequeñas y medianas empresas que no sólo no tienen contraparte extranjera que pueda estar interesada en aceptar los Bopreal como parte de pago de una acreencia, sino que ni siquiera entienden cómo funciona el instrumento o poseen cuerpos de asesores financieros que puedan manejarlos.
«Para ese segmento la situación sigue siendo complicada, porque no solamente tienen menos capacidad de entender el funcionamiento de la herramienta sino que tienen otras urgencias. En ese marco pedimos al Gobierno alguna solución alternativa, y nos dijeron que cuando tengan el padrón definitivo de deudores van a ofrecer algo más adecuado para las pymes», contó a la agencia oficial de noticias Télam un empresario que participó de un encuentro entre importadores y Gobierno, convocado por los representantes estatales luego de que la segunda licitación de Bopreal fracasara.
