EPEC: ganancias cayeron 35% por atraso en tarifas y mayores costos

Las utilidades netas alcanzaron $2.661,05 millones al 30 de septiembre pasado. Incidió el cepo tarifario dispuesto debido a la pandemia, pese a que el despacho de energía creció 7%. También, en forma paralela, la suba de costos por una inflación creciente y por la devaluación. El mercado distribuidor fue clave y el generador volvió a tener pérdidas. ¿Nueva quita de subsidios?

La Empresa Provincial de Energía de Córdoba (EPEC) cerró el tercer trimestre de 2022 con utilidades netas por 2.661,05 millones de pesos, 35 por ciento inferiores a los 4.108 millones de pesos registrados en el mismo período del año anterior, siempre a valores constantes.

El dato, que aparece reflejado en los Estados Contables de la compañía al 30 de septiembre pasado y al que tuvo acceso Comercio y Justicia , muestra un sensible deterioro de las cuentas de la empresa que, sin embargo, aún mantienen un resultado positivo.

Dividido por área, el Mercado Distribuidor arrojó una ganancia neta de 6.575,04 millones de pesos, el Generador una pérdida de 1.109,57 millones de pesos y el de Telecomunicaciones , una utilidad de 254,04 millones de pesos. Esos números, restados los 3.058,4 millones de pesos del pago del impuesto a las Ganancias, arrojó el resultado final de 2.661,05 millones de pesos.

Según el documento publicado a requerimiento, “se observa que los ingresos por ventas fueron menores que en el mismo período 2021 producto de la política de tarifas que la empresa estatal ha llevado a cabo en el año 2022”.

Concretamente y luego de la pandemia, la EPEC ralentizó la presentación de los pedidos de aumento del Valor Agregado de Distribución (VAD) ante el Ente Regulador de los Servicios Públicos (Ersep) producto de la suba de costos trimestrales.

De hecho, el año pasado hubo apenas dos aumentos y este año por ahora no se aplicará el correspondiente a los mayores costos del cuarto trimestre de 2022.

Con todo, la reducción en términos reales de las tarifas se compensó parcialmente con el incremento de consumos que acumula en 2022, hasta el 30 de septiembre, un crecimiento del siete por ciento. Ese aumento en el consumo se acrecentó aún más en los últimos dos meses del año producto de las elevadas temperaturas.

Por lo demás, los costos operativos se mantuvieron constantes en términos reales en relación al mismo período del año anterior, entre ellos los costos de comercialización y administración (principalmente salarios).

La empresa admite en el informe un “desmejoramiento del resultado” que, además de las consecuencias de una política tarifaria acotada, incluye un impacto negativo por variación del tipo de cambio y por la alta inflación registrada.

En paralelo, la actualización de los cálculos actuariales por las adhesiones 2022 al régimen de la Pasividad Anticipada Voluntaria (PAV) , generó un impacto negativo de 5.240 millones de pesos en el rubro de Otros ingresos y egresos.

En cuanto a los números globales, el resultado bruto de la compañía al 30 de septiembre fue de 23.177,75 millones de pesos, 25 por ciento inferior a un año atrás, siempre a valores reales.

En tanto, el resultado operativo que coteja el resultado bruto menos de los gastos de comercialización y administración se ubicó en 9.012,6 millones de pesos, 43 por ciento inferior a 2021.

Con relación al costo de compra de energía, se incrementó un 11 por ciento en términos reales en relación al mismo periodo del año pasado (pasando de 40.041 millones a 44.568 millones de pesos) producto de los últimos incrementos en el costo de la energía y un mayor consumo en el 2022.

En cuanto a la situación patrimonial , la empresa terminó de amortizar el bono de 100 millones de dólares emitido en 2017 y de esta forma no tenía al 30 de septiembre 2022 ninguna deuda financiera pendiente.

La situación de los Estados Contables auditados por una de las cuatro grandes empresas de auditoría a escala mundial ( Big four ), en este caso por Deloitte , la sitúa en condiciones de acceder al mercado de crédito internacional, siempre que se abra una nueva ventana, y así poder financiar inversiones que hoy se pagan con fondos específicos anclados a la tarifa (Fodep). De resultar en esos términos, la empresa hasta podría analizar una reducción tarifaria o morigerar futuras subas.

Por lo demás, la evolución de las principales ratios de la compañía fue positiva: continúa la reducción del índice de endeudamiento y mejora la solvencia, la liquidez y el capital de trabajo.

Finalmente, con respecto a la deuda con la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa) , se mantiene la asumida en 2020 en los meses de pandemia -no exigible- y se abona regularmente las transacciones mensuales actuales. A la fecha de los Estados Contables no se encontraba firmado el acuerdo previsto por el artículo 87 del Presupuesto 2021 que incluía una refinanciación de los pasivos. La discusión sobre ese punto ya lleva casi tres años y registró numerosos cambios normativos.

La deuda total con Cammesa alcanzaba 18.809,2 millones de pesos de los cuales 4.549,5 millones era deuda vencida, 7.869,5 millones era no vencida y 6.390 millones correspondía a intereses.

Tarifas y subsidios

En cuanto al tema tarifario y de los aportes del Estado para cubrir parte de los costos de generación, la situación es aún incierta.

Por el lado de EPEC, la política de aplicación de aumentos por el Valor Agregado de Distribución (VAD) quedó relegada a partir de una decisión política de la administración del gobernador Juan Schiaretti.

En ese marco, el resto de los incrementos que tallaron en la boleta de EPEC tienen relación con el aumento estacional del precio de la energía mayorista aplicado por la Nación y, en paralelo, la quita de subsidios a sectores residenciales y comerciales, siempre en función del valor de la energía como insumo.

En esa línea, la Nación ya dispuso dos de los tres tramos de retiro de subsidios a la energía. El primero en octubre del 20 por ciento, el segundo en noviembre del 40 por ciento y el restante debía aplicarse este mes y completar el 100 por ciento de quita, siempre a los usuarios N1, esto es los de mayor poder adquisitivo y los que no se anotaron en el Registro de Acceso a los Subsidios a la Energía (RASE).

Pero ese último escalón aún no está confirmado que vaya a aplicarse. “Falta una resolución de Energía”, aclararon a Comercio y Justicia fuentes consultadas.

En un año electoral, muchos especulan en que esa última medida no se terminará aplicando. Sin embargo, hay otras versiones que dan cuenta que no sólo se aplicará sino que también habrá una quita parcial a los usuarios N3, esto es de ingresos medios que hasta ahora sólo debían soportar un retiro de subsidios cuando consumían por encima de los 400 kilovatios mensuales.