1 de cada 3 mujeres es el principal sostén del hogar en América Latina

El dato corresponde a Latinoamérica y surge de la encuesta “Mujeres Emprendedoras”, que llevó a cabo la empresa de cosmética Avon

Avon presentó “Mujeres emprendedoras”, su encuesta regional que releva el perfil de éstas y las dificultades materiales y simbólicas que enfrentan a la hora de iniciar su propio negocio en América Latina.

Emprendedoras son aquellas mujeres que trabajan por cuenta propia, como freelancer o tienen un negocio propio, ya sea exclusivamente o como complemento de un trabajo en relación de dependencia.

El relevamiento reunió la voz de 1.500 mujeres, entre 25 y 55 años, de 11 países de la región, incluyendo Argentina. En tanto, 62% de las encuestadas tiene su propio negocio y 16% es freelancer, ya sea en formato exclusivo o combinado con un trabajo en relación de dependencia.

Dentro de los principales hallazgos, se reveló que sólo siete de cada 10 encuestadas señalaraon que aún no lograron alcanzar sus metas de desarrollo profesional. Este fenómeno las atraviesa a todas por igual, independientemente de su ocupación, edad y país de residencia.

Entre los principales factores que influyen en estos resultados se mencionan las barreras y simbólicas como los prejuicios y estereotipos de género.

Sin embargo, el interés por emprender es altísimo en toda la región y las mujeres reflejan que a pesar de las adversidades ellas tienen la determinación para comenzar sus emprendimientos. De hecho, el informe refiere que 50% de las encuestadas comenzó su negocio propio durante la pandemia .

Asimismo, se destaca también el dato de que una de cada tres emprendedoras es el principal ingreso del hogar , mientras que otro gran porcentaje (35%), aporta en igual medida que sus parejas.

Esta iniciativa tiene como objetivo generar conciencia y visibilizar acerca de cuáles son las barreras que las mujeres afrontan a la hora de plasmar un negocio propio.

“Este relevamiento nos muestra que hay un altísimo interés en poder tener el negocio propio, pero también refleja que hay barreras persistentes. Por un lado, las económicas que ya está más que demostrado que son particularmente desiguales para las mujeres, pero también salen a la luz los prejuicios y estereotipos de género que ponen trabas en su desarrollo y, por consiguiente, a la sociedad entera”, señaló Rolando Castro, gerente General de Avon para Argentina, Chile y Uruguay .

Castro destacó que la empresa hace 135 años, que viene apoyando el empoderamiento económico de las mujeres; y que seguirán trabajando para crear más y mejores oportunidades para que puedan emprender, aprender y generar sus propios ingresos; trabajando en disminuir la brecha de género.

La brecha de género es una construcción social que mide las diferencias que presenta una variable en relación al género. Se pueden medir esas variaciones al observar, cuantificar y comparar la participación, acceso, permanencia, remuneración, entre varones y mujeres en la estructura de instituciones u organizaciones sociales de diferentes sectores productivos.

En un informe de brecha de género difundido por la secretaría de Gestión y Empleo Público de la Nación, se analizan las desigualdades entre varones y mujeres a la hora de acceder a altos cargos de gobierno, funciones ejecutivas y de conducción en la administración pública.

“Aun cuando no existen normativas explícitas que indiquen o regulen la idoneidad o preferencia de un sexo por sobre otro en el ingreso o ascenso en el mercado laboral, y de las adhesiones a acuerdos y programas a favor de la equidad, tanto en el sector público como en el privado, la brecha de género existe”, indicaron en el informe.

Si se analiza la relación entre el género y el mercado laboral, se advierte una desigualdad en el acceso a la educación por género: la precoz incorporación al mercado laboral en trabajos informales, la maternidad no planificada, las responsabilidades del cuidado en el hogar familiar, entre otras causas, guardan relación con el menor nivel de acceso y extensión de las trayectorias escolares y formativas de las mujeres. Las mujeres acceden a trabajos de menor calidad y mayor informalidad y se observa una mayor masculinización del mercado laboral.

Barreras simbólicas

En la encuesta se reveló que el principal estereotipo de género en las relaciones laborales es que se las define como “demasiado emocionales” , como si transitar diferentes emociones fuera algo negativo. En este sentido, 39% de las mujeres encuestadas manifestó que se las calificaba de esta manera, seguido por ser consideradas “débiles” para los negocios.

Un dato relevante de la encuesta es que en Argentina, 41% de las mujeres encuestadas afirma que deben enfrentarse al prejuicio de haber conseguido el éxito laboral a cambio de favores sexuales.

Sin embargo, existen mujeres encuestadas, provenientes de siete de los 11 países relevados , que afirman que no hay estereotipos femeninos en el mundo laboral; siendo Panamá y Perú quienes encabezan estas afirmaciones.

Asimismo 40% de las mujeres considera que los hombres tienen más chances para equivocarse sin pagar un precio por ello.

Hallazgos

La encuesta mostró que una de cada tres emprendedoras combina su trabajo independiente con otro en relación de dependencia. La mitad de las emprendedoras comenzaron a trabajar de manera independiente durante la pandemia. El dinero fue el principal obstáculo al comenzar a emprender y lo que más les costó fue darse a conocer, seguido por poner en marcha el emprendimiento y concretar ventas.