Sorprendido por la máxima distinción, dijo “ni en Bolivia me quieren tanto como en Argentina”. De manera sencilla y profunda hizo un recorrido de su difícil vida y las luchas emprendidas hasta llegar a ser el primer presidente indígena de su país. Hasta bromeó pidiendo que lo llamen ”doctor”.
“Estoy sorprendido”, “ni en Bolivia me quieren tanto como en Argentina”,“ésta es una distinción para los pueblos originarios de Bolivia y Latinoamérica, es un reconocimiento a la lucha de nuestros antepasados, hay que recordar que dieron su vida”. Con estas palabras Evo Morales, el primer presidente indígena de Bolivia recibió ayer la máxima distinción de la Universidad Nacional de Córdoba, el título doctor honoris causa.
Tras relatar su propia historia de lucha y la de su pueblo por la pluriculturalidad, en defensa de las riquezas de su tierra y contra los sometimientos sociales y económicos del imperialismo, destacó la transformación lograda hasta ahora en Bolivia: “Antes, el pueblo era esclavo del gobierno y -ahora- el gobierno es esclavo del pueblo”.
En un salón colmado con referentes académicos, sindicales, políticos, sociales, judiciales y de la comunidad boliviana -que ovacionaron al visitante ilustre en cada momento-, la rectora Carolina Scotto fundamentó la elección.
“Por el papel trascendente de su militancia social, de su acción política, del testimonio de su vida puesta a favor del desarrollo y emancipación de su propio pueblo y del nuestro, el pueblo latinoamericano, Evo simboliza el quiebre de un imaginario, el imaginario asociado a la subalternidad y la marginación de los indígenas, un quiebre que tuvo que esperar muchas luchas, muchas vidas, mucho sufrimiento para encontrar por fin un cauce democrático y un líder capaz de reconfigurar otro imaginario”.
Tras bromear con que ahora le pide a sus ministros que lo llamen “doctor”, Evo cautivó la atención del público con un resumen de una infancia pobre, con privaciones y una juventud de lucha sindical, todos pasajes que lo nutrieron de enseñanzas hasta llegar “a un lugar que nunca había imaginado”.
El mismo que dijo que trabajó en la zafra, y gracias a ello su familia compró su primer “catre”, que caminaba días para ir a una escuela donde le hablaban en español y no en su lengua aborigen -y por lo tanto no entendía nada. salvo cuando le decian “Evito”-; el mismo que comía las cáscaras de naranja que tiraban desde los buses y sólo soñaba algún día llegar a estar arriba de ese bus y ser él quien tirara las cáscaras. El mismo que sólo se sacaba su chompa (abrigo) para que su madre se la remendara o para quitar los piojos fue el hombre que dejó de marchar detrás de sus llamas para ir luego delante de mil compañeros por la reivindicación de Latinoamérica y el que ahora dice: “Cuando marchaba atrás de las llamas, nunca pensaba ser diputado, menos ser presidente, sin embargo llego a la conclusión de que cuando un dirigente defiende a su pueblo, a su sector, a su región, el pueblo también defiende a su dirigente”.
Al servicio
En el Pabellón Argentina, Morales también dedicó un capítulo a contar los logros de su gestión, a la que llegó con un mandato: recuperar los recursos naturales, especialmente el gas.
Al respecto, explicó que cuando asumió las empresas transacionales se llevaban 82% de las utilidades y sólo 18% quedaba para los bolivianos. “Ése era el negocio”, dijo. Tras la nacionalización de los hidrocarburos, la ecuación se invirtió. “Ahora 82% para los bolivianos y 18 % para las trasnacionales”, celebró.
“Siento que no nos hemos equivocado de pasar de una lucha social, sindical, a una lucha electoral. Antes, el pueblo era esclavo del gobierno, ahora el gobierno es esclavo del pueblo. Algunos sectores sólo quieren todo para ellos, pero primero es Bolivia”.
Finalmente, recalcó que la integración, la igualdad y la dignidad de los pueblos “sólo podrán existir con la unidad de los pueblos de Latinoamérica”. En ese sentido, recordó al ex presidente argentino Kirchner.“Néstor Kirchner, que en paz descanse, decía: Latinoamérica no es alfombra de Estados Unidos”.
“Es nuestra obligación convertir la política en una gran fuente de servicio al pueblo y no como un instrumento de dominación de un sector, ni de beneficios personales de las cúpulas del gobierno sino toda política como un servicio al pueblo”, concluyó.
La lucha contra el narcotráfico y el interés de EEUU por la soberanía
El tema del narcotráfico y el papel de Estados Unidos también fueron temas planteados en el discurso de Evo Morales en el Pabellón Argentina de la Ciudad Universitaria. Quien fue líder en la militancia de campesinos cocaleros expresó en que “la lucha contra el narcotráfico” es un pretexto que emplea Estados Unidos para avanzar sobre la soberanía de Bolivia.
“La DEA (la Administración de Cumplimiento de Leyes sobre las Drogas de EEUU) no lucha contra el narcotráfico, la DEA controla el narcotráfico para usarlo con fines políticos, para implicar a dirigentes o autoridades antiimperailistas. Yo he vivido con la DEA, he sido víctima de la DEA, estaba dentro de la DEA. He llegado a la conclusión de que desde Estados Unidos no hay ninguna lucha contra el narcotráfico, sino que usan al narcotráfico para acusar a los dirigentes si no compartimos con el capitalismo, si no compartimos con el imperialismo”.
La lección sobre los derechos humanos
En la distinción del honoris causa también estuvo presente Sonia Torres, titular de Abuelas de Plaza de Mayo-Córdoba, quien también hizo un reconocimiento a Evo Morales.
En ese contexto, el presidente boliviano recordó que fue en su juventud cuando entendió por qué es importante luchar por los derechos humanos.
Recordó que a los 20 años el creía que un presidente era como la figura del padre de todos los bolivianos; sin embargo, a esa edad, con su país bajo un régimen de dictadura, supo que quemaban gente. “Yo no podía creer que el padre quemara a sus hijos. De ahí entendí porque es importante luchas por los derechos humanos”.
Cabe señalar que otras de las organizaciones que lo distinguieron fue la Federación Universitaria de Córdoba (FUC) que formalizó su designación como primer presidente honorario de la agrupación estudiantil, en mérito a su lucha por el pueblo de América Latina.
Emoción y reconocimiento
Miles de jóvenes, referentes bolivianos y artistas homenajearon a morales en el Comedor UniversitarioEl Comedor Universitario recibió a Morales después del acto formal de entrega del doctor honoris causa, colmado de jóvenes, alumnos y militantes políticos -con banderas y cánticos- y la comunidad boliviana de Córdoba y otros puntos del país. El encuentro fue una fiesta, llena de colores, música y bailes típicos de Bolivia, con referentes comunitarios que le entregaron sus obsequios y lo saludaron con enorme emoción. Lo homenajearon con guirnaldas y él aplaudió cada baile en su honor. Por momentos, la sala parecía un carnaval.
“Siempre hemos querido copiarles y nunca pudimos imitar su hermoso olé, olé, olé”, le dijo a los universitarios que no paraban de ovacionarlo. Luego habló también allí de su lucha y de los logros y señaló: “No puede ser en vano todo lo que los antepasados dieron por nuestra patria, estamos obligados a seguir ese paso para la liberación de la patria grande, de Latinoamérica”, y pidió a los jóvenes actuar según la frase emblemática de la cultura aimara: “No robar, no mentir, no ser flojo”.