Cómo funciona el primer club argentino de vinos naturales

Se trata de una plataforma online en la que se puede elegir entre diferentes suscripciones y el usuario recibe, cada mes, una caja con botellas seleccionadas de bodegas o fincas orgánicas o agroecológicas asociadas

Vivaz Orgánico , el primer club argentino de vinos naturales, que nació hace dos años y hoy es uno de los más importantes del país, apunta a llegar a los diez mil socios , ampliar las propuestas mensuales con mayor cantidad y calidad de vinos en la caja y catas orgánicas con diversas experiencias, entre otras novedades.

Mediante este club online, los usuarios pueden elegir entre diferentes suscripciones y cada mes reciben en el domicilio una caja con botellas seleccionadas de bodegas, fincas orgánicas o agroecológicas asociadas a la plataforma.

En un principio, la iniciativa comenzó con 14 bodegas y hoy suma más de 70 productores orgánicos y agroecológicos, como Masi Tupungato, Finca Las Playas, Finca 2 R y un gran número de pequeños emprendimientos.

“ Entre nuestros objetivos también se destaca el interés por el impacto ecológico, y en este marco estamos buscando generar huella de carbono cero , sumado a que se ha firmado un convenio para que por cada nuevo miembro, plantemos un árbol y le otorguemos al socio un certificado con georreferenciación para poder vivir el desarrollo del árbol”, comentó Jessica Buznick, quien junto a su pareja, Matías Hutin, crearon este emprendimiento.

La base de las suscripciones es $2.990 y el envío, sin cargo en la ciudad y provincia de Buenos Aires, pero también llega a todo el país .

“Desde hace algunos años, en nuestro país se viene fortaleciendo la idea de mejorar nuestras vidas mediante una alimentación saludable y el cambio de ciertos hábitos. En un principio los productos orgánicos eran algo difícil de conseguir, con el correr de los años no solo se fue multiplicando su venta sino que fueron naciendo nuevos emprendedores, quienes optaron por llevar adelante la producción de alimentos caseros. Un producto tal vez no tan pensado en esta ‘ola eco’ es el vino, y en este caso hablamos d el orgánico, que se integra en nuestro organismo de una manera completamente distinta al tradicional por la ausencia de sulfitos, un grupo de sustancias que se utiliza para mejorar el sabor eliminando bacterias, en este caso”, explicaron desde la firma.

Con el objetivo inicial de generar un cambio significativo, la pareja desarrolló este proyecto, que comenzó como algo personal pero tuvo un importante avance para divulgarse entre los amantes del vino. Así nació el primer club de vinos naturales bajo la premisa de “placer saludable”, ofreciendo una experiencia para quienes quieran conocer distintas opciones de vinos orgánicos y agroecológicos al alcance de un click .

En esta línea, la iniciativa no solo acerca al público etiquetas que no eran fáciles de conseguir sino también dar lugar a aquellas bodegas, productores y fincas independientes para ampliar su número de clientes .

Buznick es médica neurocirujana y Matías Hutin estudió sistemas y es licenciado en administración, se conocieron en 2007 y tienen dos hijos. “Durante el embarazo de nuestro primer hijo, empezamos a profundizar cada vez más sobre los alimentos que ingerimos a diario, de qué estaban hechas las cosas que nos hacen bien y mal, y esto derivó en un cambio alimentario importante en nuestra familia. Fuimos modificando ciertos hábitos que sentíamos que les darían un marco más natural a nuestros hijos y a nosotros mismos, hasta que en un momento empezamos a ver si también en las cosas que nos producían placer podíamos mejorar nuestros hábitos”, relató Jessica.

“Fue innato que exploremos el vino dado que es algo que nos atrae y sobre lo cual disfrutamos todo tipo de momentos: encuentros, celebraciones, charlas de pareja e infinidad de momentos sociales y casuales. Entonces notamos que si bien existía una oferta de vinos naturales u orgánicos, sólo podíamos acceder a una muy acotada variedad de etiquetas”, agregó Matías .

“Así fue que empezamos a contactarnos con distintos productores y fincas para entender si podíamos abastecernos de manera independiente, pero teníamos la limitación de las cantidades mínimas de compra y el acceso a etiquetas que solo se exportan, entonces pensamos en fortalecer nuestra red de relaciones con las fincas y productores y lanzamos una prueba piloto para familia y amigos que duró alrededor de cinco meses. En ese momento el objetivo era abastecernos y ver si en el camino aprendíamos cómo lanzar un proyecto de este tipo, y así logramos estar a donde nos encontramos hoy”, relató el emprendedor.