“Un buen servicio de justicia hace a la calidad de vida de los cordobeses”

Héctor Oscar Echegaray, presidente del Colegio de Abogados de Córdoba, asegura que presentarán en la Legislatura un proyecto de reforma del Código procesal Civil y Comercial de la provincia. Dijo que no quieren quedarse en la “mera crítica”. [privado] Héctor Oscar Echegaray conduce desde el 11 de septiembre el Colegio de Abogados de Córdoba y lo hará por los próximos dos años. En las elecciones compitió con otros cuatro abogados y resultó ganador con 30,7% de los votos. Echegaray fue el secretario de la entidad durante la gestión de su anterior presidente, Alejandro Tejerina. Su lista Acción Profesional se quedó con la conducción tras obtener una diferencia de 327 votos respecto de la lista Evolución Profesional, que llevaba a Marcelo Bee Sellares -por entonces vicepresidente del Colegio- como cabeza de fórmula. Hoy, a poco más de un mes y medio de haber asumido, Echegaray trazó un panorama sobre sobre el trabajo que está realizando como autoridad de una entidad que nuclea a más de 5.000 matriculados. En su despacho, el abogado carlospacense, que también fue presidente de la delegación del Colegio en la ciudad de Carlos Paz, recibió a Comercio y Justicia . -Ya asumió la presidencia del Colegio. ¿Cuál es hoy su prioridad de gestión, en qué están trabajando? -Sin dudas hay muchas cosas por hacer, estamos trabajando para desarrollar un plan de trabajo que contribuya a mejorar el servicio de justicia. Entendemos que este Colegio de Abogados no puede quedarse en la crítica, en el “no me gusta” porque sabemos que un buen servicio de justicia hace a la calidad de vida de los cordobeses. Esta justicia no llegará a los estándares adecuados si no hay un compromiso sobre todo de los que tienen que manejar un presupuesto, de los que administran la justicia y de los abogados como parte del proceso. Siguiendo este razonamiento es que asumimos una actitud proactiva. En este momento, estamos trabajando con los otros colegios de abogados en un proyecto de Código Procesal Civil y Comercial, vamos a presentar antes de fin de año nuestra propuesta que busca, en primer lugar, adecuar las normas de procedimiento al nuevo Código Civil y Comercial de la Nación y, en segundo lugar, pretende darle una mayor agilidad a los procedimientos. También estamos trabajando para limitar las facultades del Tribunal Superior que termina resolviendo los problemas mediante acordadas. Esto significa siempre un parche y en la práctica el TSJ termina haciendo de legislador de lo que no le corresponde. Si me quiero convertir en juez del uso también me puedo convertir en juez del abuso. Nosotros entendemos que el TSJ no puede estar por acordada resolviendo sobre competencias, por ejemplo. También estamos trabajando con una comisión en una propuesta de Código Procesal Penal de la Provincia partiendo de un proyecto que ingresó recientemente a la Legislatura pero que no avalamos porque entendemos que es un proyecto que hoy es asistemático, anacrónico. Se trata de un proyecto de 2007 que, por supuesto, no refleja los avances doctrinarios, jurisprudenciales e incluso contiene normas que han sido modificadas por leyes especiales. Estos son hoy los desafíos que está trabajando el colegio en un marco de mucha pluralidad. -¿Han invitado a participar a otros operadores judiciales en la elaboración de estos proyectos de Códigos Procesales? -Lo primero que queremos hacer es tener en claro lo que la abogacía propone. Habitualmente en Córdoba ha habido una metodología de trabajo con propuestas que vienen del Ejecutivo donde se nos ha invitado a participar con poco tiempo de trabajo y con una actividad limitada sobre la redacción definitiva; eso no lo queremos permitir, nosotros vamos a llevar nuestra propuesta. No nos asumimos más que nadie a la hora de redactar leyes pero tenemos en claro que conocemos perfectamente lo que requiere el justiciable y nuestro caminar diario por los pasillos de tribunales nos da suficiente autoridad, aparte de contar con recursos académicos dentro del Colegio de Abogados. -Los industriales se han quejado recientemente sobre un litigiosidad a la que calificaron como récord. ¿Qué opina sobre esto? -Los requerimientos de justicia de los ciudadanos son siempre crecientes. Yo quiero ser claro, cuando en los juicios laborales se habla de la industria del juicio, creo que lo que se dice es una falacia, un ataque artero al Poder Judicial y a la Abogacía, no hay que matar al mensajero. Si hay juicios múltiples, la historia de este país demuestra que es porque sistemáticamente se han negado derechos. La mal llamada industria del corralito ocurrió luego de que se tomó una decisión política de apropiarse de la plata de la gente. Si hay más litigio, eso tiene que ver con que hay mayor insatisfacción social. -Pero la litigiosidad viene de la mano de la mora judicial. ¿Qué se hace con eso? -La mora judicial terminará cuando todos los actores asuman la responsabilidad de terminar con ella, de optimizar los tiempos de respuesta, de reformar los Códigos y, fundamentalmente, cuando el gobierno decida dotar a la justicia de recursos, tanto en lo que se refiere a estructura edilicia, a medios informáticos, como de personal para resolver las causas. También tiene que ver con la gestión de los tribunales, si hay más mora en un tribunal que otro, el TSJ tendrá que tomar medidas. Nosotros hemos pedido información para conocer, por ejemplo, la mora dentro del TSJ, no hemos tenido respuesta; el Tribunal Superior no está incorporado al SAC, por lo que no tenemos esa información de inmediato. Lo que nos reportan los abogados es que el tiempo de demora en el TSJ en algunas salas es alta, dilata el juicio: puede estar dos o tres años una causa en esa instancia a la espera de un fallo. Lo que tampoco conocemos, por no tener el SAC, es el número de causas que llegan al Alto Cuerpo. -¿Cuál es la relación que tienen con el TSJ? -Nuestra relación es fluida, somos atendidos, somos escuchados, no percibimos una dificultad de diálogo; ahora, eso no quiere decir que podemos obtener en el tiempo adecuado las respuestas peticionadas, que son cosas diferentes. Doy un ejemplo: estamos pidiendo por un nuevo edificio de tribunales para Villa Carlos, el terreno se compró hace siete años bajo una invocación de emergencia para hacer una compra directa; que no se haya iniciado la construcción del edificio es algo realmente insólito. Digo esto porque Carlos Paz no sólo que es una ciudad con casi 150.000 habitantes sino también porque en verano cuadriplica su población y el número de causas. [/privado]

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