Rechazan patologías reclamadas a la Provincia por ser preexistentes al ingreso de la trabajadora

Al advertir que las patologías reclamadas por la actora como “síndrome cervicobraquial y varices primarias bilaterales” eran preexistentes a que ingresara a prestar labores para la demandada y así describió y fue aceptado por la accionante en el examen preocupacional, la Sala Laboral del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Córdoba revocó la sentencia de cámara, admitió la casación de la patronal y rechazó la demanda contra la Provincia de Córdoba.

El Estado adujo que el juez a quo omitió considerar una prueba decisiva, como es el examen preocupacional referido, del que surgió que las enfermedades reclamadas por la trabajadora eran preexistentes y que, por tal motivo, ingresó con un “apto relativo” a la Administración.

El Gobierno afirmó que esa informativa -no impugnada por la actora- deja sin sustento la condena del a quo, toda vez que las patologías reclamadas son anteriores al comienzo de sus tareas para la demandada.

El Alto Cuerpo, integrado por los vocales Mercedes Blanc de Arabel (autora del voto), Luis Enrique Rubio y Luis Eugenio Angulo indicó que, revisadas las constancias de la causa y los términos del fallo objetado, surgía que asiste razón al impugnante.

En ese sentido se sostuvo que el tribunal analizó la pericia médica oficial y tuvo por acreditado que la actora padecía de “síndrome cervicobraquial y várices primitivas bilaterales ”, patologías calificadas médico -legalmente como enfermedades profesionales, y que luego, con la testimonial constató la realización de las tareas- enfermera de neonatología- y verificó incapacidad para ser resarcida conforme la LRT.

Sin embargo, se observó que el a quo “ omitió considerar la informativa a la Dirección de Reconocimientos Médicos de la Provincia a la que, en particular, hizo expresa referencia la demandada en los alegatos donde consta copia certificada de la ‘Declaración Jurada de Antecedentes de Salud’ en la que la actora al ingresar admitió como antecedente personal padecer várices ”.

El TSJ analizó que el examen pre ocupacional da cuenta de un “apto relativo”, debido a que en esa oportunidad se detectaron enfermedades, tales como “mega apófisis C6, rectificación cervical, uncoartritis espacio C4 y C5, col ligera escoliosis y várices”.

De ello el alto cuerpo derivó que las patologías reclamadas y verificadas por el galeno oficial, “ eran preexistentes al inicio de la relación con este empleador ”.

Certificado

Asimismo, la decisión advirtió que dichas circunstancias “ no fueron plasmadas en el certificado acompañado como parte integrante de la demanda y la actora tampoco los mencionó en el acto pericial al relatar sus antecedentes ”.

En ese sentido, el Alto Cuerpo apuntó que esta omisión “ no resulta trivial porque aquellos extremos son relevantes al tiempo de establecer la vinculación de la disminución en la capacidad laboral con las labores desarrolladas a favor del empleador -o su agravamiento en caso de existir-, tal como se advierte en los propios términos del informe pericial ”.

Por lo expuesto, se señaló que el profesional allí indicó que el “síndrome cérvicobraquial” tiene como factores etiológicos a los movimientos repetitivos o mantenidos de los tendones extensores y flexores de la mano/dedos y al relatar los antecedentes del “estado actual” de la actora, expresó que el mentado síndrome se manifestó en forma progresiva y contemporáneo con la patología de columna lumbosacra, ambos con evolución crónica de varios años e igual referencia hizo respecto de las expresiones sintomáticas de las varices, pues dijo que “ son de progresiva evolución y que la posición prolongada de pie es un factor que empeora el cuadro clínico ”.

Crisis

El fallo reflejó que todo ello “ puso en crisis la fuerza convictiva de la prueba de que se trata si el profesional no consideró dicho aspecto -preexistencia- para arribar a sus conclusiones”, remarcando que este obstáculo “adquiere mayor trascendencia (...) , dado que se acreditó que la actora había prestado con anterioridad servicios en otros nosocomios realizando idénticas tareas, no existiendo en la causa elementos probatorios idóneos que permitan, en forma concluyente, establecer un eventual agravamiento provocado por su actividad laboral ”.

A ello se agregó la ausencia de explicación en la ampliación de la pericia médica en torno a la existencia del agente de riesgo -actividad denunciada en demanda- referido a la cervicobraquialgia, por todo lo cual se resolvió que en el presente la decisión impugnada “ no se ajusta al principio que exige que las sentencias sean fundadas y constituyan una derivación razonada del derecho vigente con aplicación a las circunstancias comprobadas de la causa, por lo cual se ordenó anular el pronunciamiento en este aspecto y, por las razones dadas, desestimar el reclamo incoado ”.