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La más reciente edición de Gran Hermano se ha convertido en un torbellino de controversias, y en los últimos días, un conflicto ha estallado con Sabrina Cortez, quien reveló que sus amigos la llaman «Barbie camionera». Este comentario aparentemente inocente desató la ira de la influyente Lysset, autodenominada «La Barbie argentina», quien no titubeó en amenazar con llevar el asunto a los tribunales alegando el uso indebido de su marca.
En un enérgico video publicado en sus redes sociales, Lysset expresó su indignación por el uso del apodo por parte de Sabrina, afirmando ser la única y auténtica “Barbie argentina”. La influencer aseguró haber registrado su marca internacionalmente ante el Instituto Nacional de Propiedad Intelectual (INPI). La tiktokera no sólo anunció su intención de presentar una denuncia sino que también anticipó que buscará una indemnización por los cargos de “daños y perjuicios” y “daños morales”, argumentando que se está afectando su marca artística.
En el mismo video, la influencer pidió la difusión masiva del conflicto, alegando que sus abogados ya están trabajando en el caso debido a que la marca le pertenece. Lysset concluyó de manera contundente su mensaje.
En este contexto, es relevante mencionar la Ley de Marcas Nº 22362, que establece las normativas y regulaciones en torno a la protección de marcas. Esta ley, que busca salvaguardar los derechos de los propietarios de marcas registradas, incluye disposiciones que permiten la solicitud de cese de uso de marcas en casos de infracción.
Antes de continuar, es necesario hacer una salvedad con respecto a los dichos de Lysset y lo que la norma establece. Tener registrada la marca ante el INPI no constituye un registro nacional. Basado en el principio territorial, los registros son válidos dentro de todo el territorio de la nación.
Es importante destacar, con respecto al conflicto entre la participante y la tiktokera, que, ante el INPI, la marca «La Barbie argentina» se encuentra solicitada desde el pasado día 13, de tipo denominativa, sin contar con un logotipo en las clases 41 y 35. La clase 41 comprende servicios de organización de eventos, recreativos y entretenimientos, mientras que la clase 35 abarca la administración, comercialización, publicidad y marketing, entre otros servicios. Ante esta situación, el inicio del cese de uso de indebido de la marca se vería condicionado al término de la etapa de publicación y de oposiciones de terceros, etapas que primordiales dentro del proceso de registro de marca, ya que si la solicitud de la marca supera la misma sin oposiciones pasaría a la etapa análisis de fondo y posterior concesión del registro solicitado.
La importancia de tener una marca registrada se ve resaltada en este episodio, en el que la disputa entre Sabrina y Lysset evidencia los conflictos legales que pueden surgir por el uso no autorizado de una marca.
La propiedad intelectual se convierte así en un activo valioso, y el registro adecuado se vuelve esencial para evitar disputas y proteger los derechos de los creadores.
La historia continúa desarrollándose, y la audiencia de Gran Hermano espera ansiosa para conocer las futuras repercusiones legales de esta polémica, generando interrogantes sobre los límites del uso de marcas y la defensa de los derechos artísticos en el ámbito del entretenimiento. La tensión legal entre las partes involucradas promete mantener a la audiencia en vilo mientras se espera el desenlace de este enfrentamiento en el escenario mediático.
(*) Agente de la propiedad industrial
(**) Abogada, agente de la propiedad industrial
