Ratifican rechazo a legitimar al ex propietario de un inmueble para actuar en juicio de desalojo

En el fallo se determinó que -al momento de iniciar el pleito- el hombre ya no tenía la propiedad del bien y que la manifestación de que la nueva dueña era su esposa había sido presentada sólo en la etapa de apelación

La Cámara 8ª Civil y Comercial de Córdoba rechazó los agravios presentados y confirmó lo decidido en primera instancia, que desestimó una demanda de desalojo, por cuanto -al presentar la acción- el demandante ya no tenía la propiedad del inmueble y, además, la manifestación de que la nueva propietaria era su esposa había sido presentada sólo cuando presentó la apelación, por lo cual no integró la causa del pleito.

A su turno, el tribunal integrado por los vocales Gabriela Lorena Eslava (autora del voto), María Rosa Molina de Caminal y Héctor Hugo Liendo analizó el recurso e indicó que el problema, en este caso, se suscitó con la legitimación activa, toda vez que quien reclamaba en la presente acción -si bien manifestaba no ser propietario del inmueble en cuestión, reconociendo que dicha propiedad es de la señora A.- afirma tener relación con la cosa, de lo cual se derivaría su interés en el desalojo.

Así las cosas, la alzada precisó que -en el presente caso- el señor D., desde el momento en que transfirió el inmueble a la señora G., tenía conocimiento de que él ya no tenía la calidad de propietario ni de poseedor del inmueble y que, por tanto, no tenía el derecho a reclamar. Sin embargo, a lo largo de la tramitación de la causa, nada dijo de esta situación, siendo que el tribunal sólo pudo enterarse de ello por medio de la toma de participación de la nueva propietaria, por ser ésta la interesada; o por la manifestación de D. de haber transferido el inmueble, situaciones ambas que nunca acontecieron en primera instancia, tomando conocimiento la magistrada de esta situación en virtud del fichón registral acompañado en respuesta a la medida para mejor proveer por ella dictada.

Calidad

Por tanto, el fallo sostuvo que D no sólo no reviste la calidad de dueño del inmueble -reconocido por él mismo- sino que, además, no ha probado acabadamente revestir otro tipo de calidad respecto del bien, ya sea condómino, usufructuario, locador, comodante, donatarios, etcétera.

Sin perjuicio de ello, la cámara destacó que lo alegado respecto del vínculo matrimonial con la actual propietaria es traído al proceso sólo en segunda instancia, siendo que, conforme lo establece nuestro ordenamiento -(art. 332 CPCC): “(...) el magistrado, a fin de no incurrir en incongruencia, debe dictar sentencia tomando en cuenta los hechos afirmados en la demanda y su contestación (elementos causal de la pretensión y su oposición) (...)” (Cfr. Díaz Villasuso, Mariano A. Código Procesal Civil y Comercial de la provincia de Córdoba, Tomo II, 1ª ed. Córdoba, Advocatus, 2013, p. 312)- lo manifestado no puede ser considerado ni merituado al resolver, máxime cuando el hecho nuevo alegado no altera el derecho que fundamenta la demanda o contestación ni la situación fáctica o jurídica que existía al tiempo de trabarse la litis, lo que me exime de mayores consideraciones al respecto.

Contraposición

Por último, la alzada destacó que -en contraposición a lo que sostiene el apelante en sus agravios- no es el tribunal el que debe intimarlo a manifestar la relación que posee con el inmueble y que lo dota de legitimación activa sino que es él, como interesado, quien debe manifestar y probar ante el tribunal la relación que asevera tener, ya que mal puede pretenderse que sea la magistrada quien supla la negligencia de las partes en su interés.

Por lo expuesto, en el fallo se concluyó que, siendo la causal del desalojo una resolución contractual operada con relación a otra persona, ya que la actual dueña del inmueble es esa otra persona y que, por tanto, D. no va a recuperar el inmueble para sí mismo por no existir un interés directo ni probado a su favor ya que no subsiste su calidad de dueño de la cosa, no corresponde hacer lugar al presente agravio y -por tanto- debe confirmarse lo resuelto en primera instancia.