Ratifican que el seguro debe pagar por el robo en un local comercial

La Cámara 3ª Civil y Comercial de Córdoba confirmó la condena en contra de BBVA Consolidar Seguros SA por la suma referida a la cláusula contractual que protegía el riesgo de robo producido en el local comercial de la actora, Never SRL, al constatar que la misma detentaba las medidas de seguridad que no indicaban descuido o negligencia de la actora.

El tribunal integrado por los vocales Jorge Augusto Barbará y Ricardo Belmaña, al analizar la cuestión, indicó que el argumento desarrollado por la magistrada de la instancia previa estableció la manera en que debe interpretarse el alcance de la Cláusula 101, de las Condiciones Generales de la Póliza, a partir de la finalidad perseguida por la medida de seguridad exigida en la misma y fuera incumplida por la actora (contar con cerradura de tipo doble paleta o bidimensional) y su irrelevancia (respecto de dicha finalidad), en el caso concreto sometido a juzgamiento.

Al respecto, el tribunal consideró que la apelante “ no ha esgrimido argumento alguno que sea susceptible de rebatirla ” pues, al agraviarse, “ no explicó por qué motivo sería incorrecto afirmar que la medida de seguridad exigida contractualmente que fue omitida por la actora podría haber impedido el robo ni, mucho menos, explicó por qué motivo la interpretación que formula la a quo respecto del alcance de la cláusula 101 para el caso concreto resulta desacertada o contraria a derecho ”.

Asimismo, el fallo indicó que la aseguradora “ intenta aplicar la exclusión de cobertura sin valorar las circunstancias fácticas concretas que rodearon el evento, la naturaleza del contrato ni la finalidad de lo establecido en la cláusula ya mencionada ”.

En ese sentido, la alzada interpretó que “ si bien es cierto que los objetos sustraídos se encontraban en un pequeño depósito que daba a un espacio interno al aire libre, dicho depósito se encontraba en un lugar que superaba las medidas de seguridad que se imponían en el propio contrato de seguro ”, a saber: “ El depósito se encontraba en un patio interno rodeado de paredes de gran altura, finalizadas con alambres de púas y estaba dotado con servicio de alarmas ADT, o sea, medidas de seguridad que no indican descuido ni negligencia de parte de la asegurada en dotar al lugar de adecuada sino, antes bien, todo lo contrario ”.

Experiencia

De ello, se derivó que la asegurada, lejos de “ hacer fáci l” el robo, se ocupó de hacerlo “ difícil ” para los potenciales delincuentes, agregando que la experiencia que conforma la sana crítica racional “ autoriza a sostener que un servicio de alarmas -de una empresa de renombre y calidad reconocidas en el mercado-, muros de altura, alambres de púa y candados, constituyen elementos más que adecuados para dificultar el accionar de los delincuentes y, por tanto, constituyen elementos de protección que dan acabado cumplimiento a la finalidad de protección perseguida en la cláusula 101 ”, razón por la cual “ no puede la aseguradora liberarse de responsabilidad con fundamento en una cláusula cuya finalidad ha sido más que cumplida por la asegurada, a través de la adopción de medidas concretas de seguridad ”.

Asimismo, la alzada indicó que las cláusulas contractuales que imponían ciertos criterios de seguridad en el comercio asegurado, “ tenían como objetivo que el patrimonio asegurado contase con la debida protección para evitar que la compañía de seguros debiese pagar siniestros que se podrían haber evitado a través de las mismas ”.

Diligencia

Para los jueces, “ no se ha acreditado que la adopción de tales específicas medidas de seguridad hubiese sido idónea para impedir el siniestro ” y, además, “ el asegurado ha actuado con diligencia, instalando medidas de seguridad que suplen, con creces, la medida de seguridad mediante la cual la aseguradora pretende liberarse de responsabilidad, permitir la liberación del pago de la suma asegurada con fundamento en la sola literalidad de lo pactado, significaría amparar un ejercicio abusivo del derecho y una pretensión de ejecutar el contrato de manera contraria a la buena fe ”.

A su vez, el fallo consideró que “ si la naturaleza y finalidad de la cláusula en que busca ampararse la demandada va dirigida a la implementación de medidas de seguridad y la asegurada ha implementado medidas de seguridad superadoras a aquella prevista contractualmente -aquella en la cual la compañía funda su pretensión de liberación de responsabilidad de pago-, resulta contrario a la buena fe y a lo que pudo haber entendido un contratante cuidadoso y previsor interpretar que estamos en presencia de una causa válida de liberación de responsabilidad de la demandada ”.