ESCUCHARA un año y dos meses de su detención, el ex intendente de la ciudad de Córdoba, Germán Kammerath, recibió ayer la libertad condicional y dejó la cárcel de Monte Cristo donde cumplía condena en el marco de la causa «Radioaviso».
El pedido había sido realizado hace dos semanas y la medida fue dispuesta por juez de Ejecución Penal 2 de Córdoba, Cristóbal Laje Ros. El político concluirá su condena en su casa del country Jockey Club, de barrio Jardín Espinosa.
Aunque a Kammerath le faltaría un tiempo para obtener ese beneficio, recibió una disminución de 14 meses sobre su condena “por aplicación de estímulo educativo previsto en el artículo 140 de la ley 24660”.
Los informes del Servicio Penitenciario de Córdoba (SPC) precisaron que realizó cursos dictados por la Facultad Derecho y Ciencias Sociales, la Universidad Blas Pascal y la Facultad Regional de Buenos Aires. Además, se incorporó al programa de capacitación laboral en marzo de 2022.
Además, se detalló que tuvo una “conducta ejemplar” y alcanzó la puntuación máxima (10), cumplió con su “aseo personal”, no registró “correcciones disciplinarias”, mantuvo una correcta relación con sus pares y con el personal y respetó las normas del establecimiento.
Por último, el informe psicosocial señaló que “desde fines de octubre de 2021 cuando ingresó y hasta el momento, ha sostenido estabilidad emocional y conductual, mostrándose siempre en contexto de entrevista colaborador y respetuoso, con ausencia de (situaciones) conflictivas que ameritaran intervenciones específicas”.
Kammerath cumple desde octubre del año pasado una condena a tres años y seis meses de prisión por “negociaciones incompatibles con la función pública». El veredicto fue ratificado por la Corte Suprema de Justicia, que rechazó la defensa del ex funcionario.
En 2015 fue declarado culpable y la Corte Suprema ratificó esa condena. En febrero de este año, su abogado solicitó la libertad condicional pero Laje Ros se la denegó.
La causa que lo llevó a enfrentar esta condena es la relativa a transacciones realizadas durante su gestión, 1998-2002, cuando contrató la firma Radioaviso para realizar seguimiento de la flota de vehículos municipales. Esta contratación benefició a un familiar, su fallecido cuñado Alejandro Rodríguez de la Puente, quien al momento de la firma era subsecretario de Coordinación.
