La patología de cadera de una cocinera de la Provincia no fue su trabajo

Al evaluar la prueba producida, en especial el peritaje médico, que mostró que la patología denunciada en la cadera de la actora en su trabajo como cocinera era inculpable, la Sala 9ª de la Cámara del Trabajo de Córdoba rechazó una demanda entablada en contra de la Provincia de Córdoba y validó así lo dictaminado por la Comisión Médica.

La trabajadora inició demanda en contra de su empleadora autoasegurada (el Estado provincial) por discrepancia en la determinación de la calificación médico-legal dada a una patología de cadera (artrosis de cadera derecha), como empleada bajo dependencia en labores de cocinera, con 30 años de antigüedad.

La accionante narró que luego de que se le realizó una operación de la zona afectada, con colocación de prótesis, recibió prestaciones hasta el alta médica. Concurrió a la Comisión Médica que fijó la patología y la limitación a partir de la denuncia formulada; sin embargo, calificó las dolencias como inculpables, no obstante identificar agentes causales.

Audiencia

En oportunidad de la audiencia de conciliación, las partes no acordaron; la demandada afirmó que el dictamen no fue suficientemente cuestionado en la calificación legal de la dolencia y ratificó la inculpabilidad del daño.

Al resolver, el tribunal integrado por el vocal Gabriel Tosto señaló que en el caso judicial la identificación de las afecciones padecidas por la actora, la incidencia de las tareas sobre esta, su calificación médico legal y su graduación requieren conocimientos intersubjetivamente aceptados en la comunidad científica médica.

El magistrado destacó que la pericia médica es en este caso “ la prueba más adecuada para la demostración de un estado de cosas que requiere de conocimientos técnicos para determinarlo y cuyo resultado otorga una probabilidad de mayor grado que el resto de las pruebas: la pericia médica para constatar un estado de cosas (artrosis de cadera) que requiere una calificación médico legal ”.

Decreto

Así las cosas, la sala observó que el peritaje médico calificó el reemplazo de cadera derecha por artrosis “ como una enfermedad inculpable no listada en el decreto 658/96, la que tampoco es susceptible de ser declarada a partir del decreto 1278/2000, conforme la fundamentación bastante del informe ”, remarcando que en sentido concurrente “ lo muestra el derrotero de las historias clínicas agregadas (inculpabilidad) ”.

Asimismo, el tribunal consideró que el informe médico efectúa “ una calificación médica consistente e idónea con la legislación actual y la eventual concurrencia al cuerpo médico forense o la designación de otro perito no cambiaría la suerte del resultado pues el estado de cosas médico identificado en los historiales de la salud de la pretendiente carece de la conducencia en la calidad para generar una justificación para la calificación de enfermedad profesional en el marco jurídico de la ley especial (art. 6 LRT y decretos 658/1996, 659/1996 y 1278/2000) a lo que se concluye por una operación de subsunción propia de la ‘aplicación del derecho’ como ya se evaluó preliminarmente y que se confirma ”.

Criterios

Conforme los criterios expuestos, la alzada concluyó que el informe técnico “ luce injustificado y excesivo al arrogarse que las tareas y su exposición (que no es materia de controversia) fueron aptos para producir dolencias que califiquen en el marco del artículo 6 de la Ley de Riesgos del Trabajo (LRT), lo que el mismo técnico asume desde que aclara salvo mejor opinión médica, como no podría jurídicamente ser de otra manera conforme los criterios antes expuestos ”.

En definitiva, en el fallo se resolvió que la parte actora “ no verifica incapacidad parcial, definitiva y permanente que califique como ‘enfermedad profesional’ (...) (no existe daño jurídicamente resarcible y responsabilidad) por lo que se debe rechazar la demanda con costas por el orden causado desde que el acontecimiento del reemplazo de la cadera pudo hacerle creer a la actora con derecho a litigar (art. 28 CPT) ".