Rechazan que Coca Cola lleve a la Corte condena por objeto extraño en una botella

La Sala Civil del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Córdoba rechazó conceder el recurso extraordinario federal ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación presentado por Edasa, la embotelladora local de Coca Cola, al entender que no existió arbitrariedad en el análisis del caso en que se discutieron los daños y perjuicios que la presencia de un objeto extraño dentro de una botella de la marca le ocasionó a un consumidor.

La empresa argumentó que la decisión de cámara que rechazó la casación se basó en la ausencia de idoneidad técnica de la impugnación, por no haber aclarado cuál es la norma interpretada de forma distinta y el fundamento que justifica la pretensión.

En tal sentido, la firma expresó que los fallos citados como contradictorios en el recurso de casación versan sobre hechos y derechos coincidentes con los que motivaron su presentación.

Edasa destacó que el objeto de reclamo, en los tres supuestos acompañados, recae sobre la adquisición de un producto envasado por la empresa con algún elemento extraño en su interior, resultando similares los hechos y las pruebas, en tanto que la diferencia radica en que los otros tribunales llegaron a una conclusión contraria a la de este caso.

Identidad fáctica

En tal sentido, Edasa ofreció como ejemplo los precedentes “Torreblanca”, “López” y “Villalba”, donde fue demandada, y expuso que -bajo la misma identidad fáctica- esos fallos concluyeron que no existió daño material ni moral, porque la empresa cumplió con sus obligaciones legales y contractuales.

En especial, la demandada apuntó que en esta causa el tribunal omitió considerar que en la causa “Torreblanca c/ Embotelladora del Atlántico” el actor adquirió una gaseosa con plástico transparente en su interior y cuya tapa no fue manipulada, por lo que frente al consumidor resultaba responsable toda la cadena de producción por el producto defectuoso.

En tal sentido, Edasa describió que frente al hecho, producida y rendida la prueba, la Cámara 2ª Civil y Comercial rechazó la demanda porque la empresa probó que no tenía responsabilidad civil respecto del hecho, al demostrar la imposibilidad de que ocurriera, atento a estándares de calidad y seguridad que cumple y reafirmó la postura de que la violación del producto fue culpa de un tercero.

Al analizar la cuestión, el TSJ -integrado por Marta Cáceres, Domingo Juan Sesín y Luis Eugenio Angulo- concluyó que el recurso no podría prosperar “ en atención a que no se encontraban satisfechos los recaudos para que esta Sala ejerciera la función uniformadora ”.

Puntos en común

El Alto Cuerpo reconoció que si bien el antecedente “Torreblanca” presentaba puntos en común con la resolución impugnada, el eje central de su discusión “ consistió en la imposibilidad del apelante de introducir nuevas postulaciones en la alzada que alteren los puntos ya sometidos a examen, y sobre los cuales se trabó la litis y se produjo el material fáctico probatorio ”.

Con relación al precedente “López”, se indicó que la atribución de responsabilidad invocada por el actor a la demandada se ciñó " a la existencia de un insecto introducido antes del cierre de la botella; esto es, excluyó que el evento (introducción de un elemento extraño) hubiera acontecido luego de la colocación de la tapa ”, en que la cámara interviniente enfatizó que la demandada “ logró probar que en ese segmento de la imputación de responsabilidad (entre la fabricación y cierre del envase), se acreditó el hecho de un tercero ajeno que produjo la ruptura del nexo causal” .

Valor convictivo

Finalmente, respecto del fallo “Villalba” el TSJ indicó que allí la cuestión “ fincó en el valor convictivo que el juez de primera instancia le otorgó al informe pericial del Ingeniero Industrial de parte, por sobre la pericia mecánica oficial dispuesta en autos, en base a la cual entendió que la demandada no resulta responsable del hecho que se le imputaba debido a que acreditó la ruptura del nexo de causalidad ”.

Así las cosas, el Alto Cuerpo subrayó que la decisión cuestionada ahora, “ brindó sobrados motivos para justificar la improcedencia formal y sustancial del recurso incoado, aun cuando los mismos no sean de agrado del interesado ”.

En definitiva, en el fallo se resolvió que la resolución objetada “ se encuentra acabadamente fundada, y las críticas formuladas no alcanzan para demostrar el grosero error legal que se le imputa mediante la denuncia de arbitrariedad, por lo que se ordenó no conceder el recurso extraordinario interpuesto para ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación ”.