Consideran injustificado autodespido de trabajadora

La jueza interviniente valoró que la accionante debió requerir una junta médica que resolviera si se encontraba apta para retomar sus tareas habituales, antes de considerarse cesanteada [privado] Al advertir que no medió oposición por parte de la accionante a lo dictaminado por el médico de la empresa de limpieza Iscot Service SA, en el sentido de que aquélla no había logrado obtener el alta médica, la Sala 6ª de la Cámara del Trabajo de Córdoba consideró injustificado el despido indirecto en que se había colocado la actora motivado en la oposición de la demandada a reintegrarla a su puesto de trabajo, ya que debió buscar un tercero imparcial u otro camino para resolver el diferendo ante de quebrar el vínculo laboral. La actora manifestó que realizaba tareas de limpieza en el Hospital Privado y en el Hospital de Urgencias, hasta que comenzó a padecer agotamiento, cansancio, diagnosticándole la psiquiatra a la que consultó, trastorno mixto de ansiedad y depresión, situación que comunicó a la empleadora el 20/4/2008, alcanzando seis meses pagos de licencia médica atento a su antigüedad y cargas de familia, obteniendo el alta laboral conforme certificado que describe del 8/7/2008. Según la mujer, a pesar de la comunicación a la empleadora solicitándole que la restablezca a sus tareas, no no tuvo respuesta satisfactoria, por lo que envió una carta documento informando el vencimiento del plazo de interrupción del trabajo por enfermedad inculpable y el comienzo de la etapa de conservación del empleo. La Sala integrada por la jueza Nancy El Hay observó que “del relato fáctico y probatorio efectuado, se infiere sin hesitación, el consentimiento de Troncoso a las sucesivas licencias que prescribiera el Departamento de Salud de Iscot Services SA en el año 2008 y 2009, a pesar del alta laboral que certificara su médica tratante en julio de 2008”, resaltando que “la notificación del inicio del período de reserva del puesto, provocó las intimaciones de la accionante para reintegrarse y ante los nuevos controles que se establecieran, asistió al tercero, en febrero de 2009”. Reserva El fallo sostuvo que a partir de esta fecha, “siempre en período de reserva de puesto, se mantuvo la inasistencia prestacional por licencia, y a los dos meses reinicia la vía telegráfica en la misma línea anterior, aunque ya con la intimación bajo apercibimiento de denunciar el contrato, lo que finalmente efectúa”, infiriendo que “la ausencia de manifestación de la actora entre el 7/7/2008, en que la Dra. Molina le otorga el alta laboral, y el 26/11/2008, fecha en que inicia el periplo epistolar; al igual que entre el 9/2/2009, en que acude al control del Dr. Heredia Álvarez, y el 17/4/2009, fecha de intimación para retomar servicios; así como su ausencia al control del 7/1/2009, llevan a considerar consentida la prórroga de licencias por salud que indicara el galeno de la firma accionada”. La jueza concluyó que “dada la actitud evidenciada y la carencia de constancia, certificación o historia clínica con diagnóstico de la Dra. Molina u otro profesional, respecto a las posibilidades de continuar prestando servicios, con posterioridad al emitido por la médica en julio de 2008, luce adecuada la única expresión científica al respecto, aportada por el Dr. Heredia Álvarez, al no mediar opinión que la confronte”, señalando que “la accionante pudo, en caso de considerar y sostener inapropiada la carpeta médica renovada por el profesional de la empleadora, oponerse temporáneamente y contraponerlo con otro u otros, o bien solicitar junta médica de la Secretaría de Trabajo Provincial, lo que no surge de constancia alguna de autos”. La magistrada consideró que “el perito médico oficial Correa, informa que no puede precisar si a la fecha del distracto, se encontraba en condiciones de reintegrarse a sus tareas habituales” y que “si bien la trabajadora gozaba del período de reserva del puesto, la patronal lejos de provocar el despido, continuaba con los controles de su galeno de confianza, cuyas licencias no fueron cuestionadas por aquélla según se dijo, denotando actitud continuista de su parte”. En consecuencia, se estableció que “debió Troncoso solicitar junta médica antes de intimar y denunciar el contrato, máxime cuando aceptó en el tiempo la posición de la empresa y no aportó constancia médica actualizada alguna, entre julio de 2008 y mayo de 2009”, por lo cual “el despido indirecto en que se colocara la accionante, ha quedado huérfano de razones que lo sustenten y motiven, deviniendo en injustificado”. Autos: “TRONCOSO, Carina Alicia c/ ISCOT SERVICES SA – Ordinario – Despido”, expediente N° 181158/37 [/privado]

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