ESCUCHARPor el Instituto de Estudios Comparados en Ciencias Penales y Sociales (Inecip)
Desde su puesta en actividad en 1998, el Consejo de la Magistratura se ha mostrado ineficaz e ineficiente en una de sus principales funciones: realizar los concursos para la selección de jueces y juezas nacionales y federales. Por eso, es fundamental llevar a cabo una reforma que rompa con la lógica actual de concursos que se extienden de manera prolongada en el tiempo, no están basados en criterios de idoneidad y favorecen decisiones poco transparentes, atravesadas por influencias políticas y antidemocráticas.
Ante este panorama, las consejeras Pamela Tolosa y María Fernanda Vázquez y el consejero Diego Molea presentaron recientemente un proyecto para modificar el «Reglamento del procedimiento para la selección de magistrado/as del Poder Judicial de la Nación por concursos públicos de oposición y evaluación de antecedentes”. Este proyecto propone mejoras sustanciales en el proceso de selección y es un muy buen punto de partida para iniciar un debate respecto a qué reformas integrales es necesario implementar al interior del Consejo en relación con la designación de magistrados y magistradas.
¿Cuáles son las mejoras que introduce este proyecto? Establece un mecanismo de “evaluación anual anticipada de postulantes”. Esto implica que, previamente a iniciarse un concurso por una vacante, ya existan listas armadas con candidatos/as ordenados por su orden de mérito, lo cual está considerado en la ley 24937 desde hace casi una década pero no ha sido implementado. De esta forma se posibilita un proceso más rápido y democrático, dado que ya no se espera a que una vacante se abra para iniciar todo el mecanismo concursal y se ataca la persistencia del actual sistema de autoridades judiciales subrogantes.
También, estipula pisos mínimos en ternas y convocatorias exclusivas para mujeres en fueros con menos de 40 por ciento de composición femenina y establece como requisito excluyente presentar formación permanente y actualizada en esta temática.
Por otra parte, el proyecto propone un sistema de puntaje mucho más preciso que el actual en materia de antecedentes a presentar por los/as postulantes, así como amplía el espectro de temas a evaluar en la instancia escrita. Finalmente, se fomenta la transparencia al garantizar la publicidad de cada instancia del proceso.
La iniciativa presentada por Molea, Tolosa y Vázquez permite establecer las bases para iniciar el debate de mejoras futuras en los procesos de selección de jueces/zas. Por eso, Inecip, ACIJ y el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), en conjunto, apoyamos esta iniciativa mediante un comunicado. Sin embargo, es necesario destacar que esto no implica finalizar el debate.
Entonces, ¿qué mejoras podrían sumarse a este proyecto? Es importante incorporar plazos más precisos para la realización de los concursos y sus evaluaciones, para evitar demoras. A su vez, es necesario generar reglas claras, precisas e igualitarias de evaluación de antecedentes, garantizar el anonimato de los exámenes y limitar la posibilidad de alterar el orden de mérito por medio de arbitrariedades en el puntaje que se brinde a los/as postulantes en la entrevista personal. Finalmente, es necesario establecer pisos mínimos en inscripciones a exámenes de mujeres y mayores instancias de participación ciudadana en el proceso, entre otros aspectos relevantes.
En este momento, el Consejo de la Magistratura tiene una gran oportunidad para abordar el proyecto presentado por sus consejeros/as, mejorarlo e implementarlo. Por su lado, el Congreso de la Nación debe comprender que la reforma del Consejo de la Magistratura es una de las discusiones más importantes relativas al diseño del Poder Judicial federal y un paso fundamental para transparentar la Justicia. Si bien el Consejo de la Magistratura necesita otras reformas estructurales, que exceden al reglamento de concursos, avanzar en la conformación de procesos transparentes y democráticos será un gran acierto si lo que se pretende es finalizar con los procesos excesivamente prolongados de selección, brindar legitimidad a los postulantes finalmente seleccionados/as y concluir con la lógica de interinatos en la cobertura de juzgados.
