La Sala III de la Cámara Nacional del Trabajo dejó sin efecto un acuerdo conciliatorio, tras quedar demostrado que el abogado que representó a la trabajadora en ese acto había sido designado por la propia empleadora. Según testimonios, la actora se retiró de la oficina y no le dieron tiempo “a llevar sus pertenencias”, pues dejó su puesto de trabajo “para ir a hablar con los abogados a la oficina de recursos humanos y que no volvió”, lo cual acreditó para los jueces la manipulación que acusaba la demandante.
Orígenes del procedimiento administrativo
Nos dice Javier Barnes en su trabajo Tres generaciones del procedimiento administrativo: “La idea de secuenciar el proceso decisorio -esto es, de...