Admitieron el amparo de una mujer que quiere tener a su hijo mediante cesárea

La actora, quien cursa su sexto embarazo y busca ligarse las trompas de falopio en la misma intervención, denunció que el hospital en el que se atiende adujo que la práctica sólo procede por indicación médica

La Justicia de Río Negro admitió la acción de amparo presentada por una mujer para no ser obligada a transitar un parto natural.

La actora informó que decidió que su sexto hijo nazca por cesárea y que en la misma intervención se liguen sus trompas de falopio.

Denunció que el equipo médico que la atiende en un hospital público de General Roca se negó a programar la operación argumentando que sólo debe hacerse por indicación de un galeno y que ella no presentaba “impedimento ni contraindicación de un parto eutócico” (es decir, natural).

En tanto, precisó que, llamativamente, el personal del nosocomio no objetó lo concerniente a la ligadura de trompas.

El Juzgado en lo Civil Número 3 de esa ciudad hizo lugar al planteo de la amparista y le ordenó al hospital que respete su voluntad.

“No corresponde dar trámite, generar un debate ni menos aún resulta necesaria una autorización judicial ni el dictado de orden alguna para que la paciente convalide ante profesionales de la medicina y/o autoridades del hospital la decisión que ha tomado sobre su cuerpo”.

(Del fallo del Juzgado en lo Civil Número 3 de General Roca).

“La mujer pretende ejercer en forma efectiva su autodeterminación en la planificación familiar y de su propio cuerpo” , enfatizó el sentenciante.

Bajo esa premisa, indicó que correspondía considerar su expresión de voluntad y proceder en consecuencia, “sin injerencias indebidas del Estado en decisiones que hacen a su plan de vida y su propio cuerpo”.

“No corresponde dar trámite, generar un debate ni menos aún resulta necesaria una autorización judicial ni el dictado de orden alguna para que la paciente convalide ante profesionales de la medicina y/o autoridades del hospital la decisión que ha tomado sobre su cuerpo” , agregó.

Dos días después, la mujer volvió al juzgado para anoticiar sobre una nueva negativa del nosocomio a practicarle la cesárea. En ese marco, el juzgador le pidió explicaciones al hospital y recibió un informe del área de tocoginecología, en el cual los profesionales se explayaron sobre los supuestos riesgos de la intervención.

Ante esa respuesta, el sentenciante intimó al hospital a proceder en forma inmediata, bajo apercibimiento de aplicarle una multa de 100 mil pesos diarios a favor de la demandante , ante el potencial perjuicio que le traería aparejado el mantenimiento de su negativa.

Dispuso, además, “superar y remover todo estereotipo de género que pudiere existir” que implique indirectamente vulnerar el acceso de la mujer a la práctica deseada, por cuanto no puede utilizarse el concepto de “indicación médica” para decidir por y en nombre de la embarazada, quien es plenamente capaz y mayor de edad.