Admiten lesión en columna por tareas en metalúrgica, pero descartan la hipoacusia

El TSJ cordobés revisó parte del fallo que rechazaba la pretensión del trabajador y avaló el peritaje médico, excepto en que no dio por demostrado el alto nivel sonoro en el ámbito donde aquél desempeñaba sus labores

Al comprobar por prueba testimonial y pericia médica, que las tareas descriptas por el accionantes son capaces de generar un daño en su columna vertebral trabajando en la industria metalúrgica, la Sala Laboral del Tribunal Superior de Justicia de Córdoba (TSJ) ordenó a Galeno ART el pago de la indemnización conforme la Ley de Riesgos del Trabajo (LRT) respecto a la patología cervicobraquialgia y limitación funcional de la columna lumbo-sacra.

El tribunal a quo había rechazado el planteo por incapacidad con sustento en la falta de descripción de los movimientos, posiciones, esfuerzos y pesos que implicaba la labor del accionante y había descalificado el dictamen médico con base en: a) modificación de las tareas relatadas en la demanda; b) la falta de fundamentación vinculante entre las patologías detectadas y la actividad; c) la falta de verificación de la exposición del actor al agente de riesgo -“vibraciones de cuerpo entero”- previsto en el régimen especial para considerar la afección de columna lumbosacra como del trabajo y, por tanto, indemnizable; d) la no ponderación de la bronquitis crónica ocupacional obstructiva ; e) el grado de incapacidad por hipoacusia, sin mayores consideraciones al respecto y f) por las afirmaciones dogmáticas.

El trabajador se agravió del rechazo de la acción basada en la ley 24557, afirmando que el a quo descalificó el informe médico oficial, soslayando el principio in dubio pro operario y la búsqueda de la verdad real, y señaló que si entendía deficitario el dictamen debió disponer una medida para mejor proveer.

El TSJ -integrado por los vocales Luis Enrique Rubio, Mercedes Blanc de Arabel y Luis Eugenio Angulo- indicó que el tribunal a quo se apartó de las constancias de la causa, ya que la precisión que exigió en la descripción de las tareas surge del escrito introductorio.

En ese sentido, el Alto Cuerpo destacó que el accionante manifestó que trabajó en Matrimet SRL desde 2006, desempeñándose como operario calificado. Afirmó que durante la jornada laboral permanecía de pie aspirando polvillo de fundición y estaba expuesto a altos niveles sonoros y que, para desempeñar las tareas habituales, realizó esfuerzos físicos y adopción de posiciones viciosas, incómodas, pesadas y repetitivas que ocasionaron el desgaste físico.

Testimoniales

La decisión valoró las declaraciones testimoniales, de las cuales extrajo que el actor hacía el mantenimiento de las máquinas, todo lo atinente a la mecánica y electricidad, resultando ilustrativas de las maniobras que dicha tarea requiere, a saber armar y desarmar máquinas; cambios de aceite, teniendo que agacharse para ingresar dentro de las máquinas; subir y bajar escaleras; que estaba solo en el turno, que en otros turnos hay un jefe de mantenimiento y dos ayudantes; que cuando se rompe o quema un motor tiene que retirarlo y poner un repuesto; que los motores pesan entre 40 y 50 kilos; que para trasladarlos se utiliza un carro y para colocarlos es necesario “barretearlos” (en forma de palanca); que la tarea se hace manualmente; que los motores están emplazados en una posición incómoda dentro de la máquina; que, para retirarlos, la única forma es haciendo fuerza; que también hacía soldadura y arreglaba los compresores; que manejaba la “mula” para levantar piezas o lo hacía en forma manual y que trabajaba parado o arriba de los tornos.

Los vocales destacaron que el perito médico señaló que los quehaceres llevados a cabo por el actor en la industria metalúrgica resultan aptos para causar las minusvalías detectadas y que luego de efectuar el examen clínico diagnosticó que padece cervicobraquialgia (cinco por ciento), limitación funcional de la columna lumbosacra (dos cinco por ciento) e hipoacusia perceptiva (dos cinco por ciento), siendo que para las patologías de columna, indicó los grados a los movimientos de flexión, extensión, rotación e inclinación.

Por lo expuesto, el TSJ derivó que el trabajador demostró los presupuestos fácticos que permiten establecer la existencia de la relación de causalidad adecuada, entre las afecciones de columna cervical y lumbosacra informadas por el perito médico y las tareas que efectuó en favor de la accionada.

Reparo

Sin embargo, con respecto a la incapacidad auditiva el decisorio juzgó que el dictamen no fue eficaz para evidenciar que exista un daño, agregando que no hubo una medición del nivel sonoro, que los declarantes en el debate reconocieron el uso de protectores auditivos y que no se verifica la práctica de las tres audiometrías conforme baremo 659/1996, por lo que no es posible convalidar la profesionalidad de esta dolencia.

En tales condiciones, en el fallo se resolvió admitir la pretensión indemnizatoria contra Galeno ART SA por 8,47% de la total obrera, incluidos los factores de ponderación, por cervicobraquialgia y limitación funcional de la columna lumbo-sacra.