Arrancó el control sobre el servicio de justicia

2 noviembre, 2009

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Con la constatación de largas colas de espera en barandillas y en la Oficina de Notificadores y el relevamiento de que la mitad de los ascensores del Palacio de Tribunales no funciona, arrancó ayer el control de los abogados sobre el servicio de justicia en el fuero Civil y de Familia. Certificando por ahora las demoras que les ocasiona el sistema en el accionar diario del ejercicio profesional, avanzan hacia una segunda etapa de control: la mora procesal. De esta manera, la nueva gestión del Colegio de Abogados, encabezada por Cristina Curtino, desplegó sus primeros pasos en una embestida de carácter gremial.

La comitiva integrada por Mario Alfredo Gattas, vicepresidente tercero del Colegio, y Sandra Caneri y Marisa Martinez, vocales del directorio, recorrió ayer el Palacio de Tribunales y el edificio de Familia. En este último se constató que la demora promedio supera dos horas “para poder ver o retirar un expediente”. Ante esta situación, los letrados que allí litigan armaron un circuito paliativo para no perder tiempo, “van temprano, sacan un número, se van a hacer otros trámites y vuelven a las dos horas”, graficó Gattas.

Las demoras registradas en los juzgados de Ejecución Fiscal son otro de los puntos de encendido reclamo. En este caso, los defensores de los contribuyentes deben esperar para ser atendidos, “no menos de una hora u hora y media promedio, para dejar, retirar o ver un expediente”, agregó el vicepresidente tercero del Colegio.

La Oficina de Notificadores se suma a los lugares que concentra las mayores quejas por parte de los matriculados, que tienen que esperar -según informaron- entre 20 y 30 minutos, según los días, para retirar una cédula de notificación.

Si bien este es el puntapié inicial, Curtino recalcó: “El control será permanente. Estaremos todas las semanas recorriendo los distintos fueros”.

Por la escalera
La semana pasada, los ascensores del fuero de Familia volvieron a ser protagonistas porque “ninguno funcionaba”, situación que provocó múltiples reclamos tanto del sector profesional como de los justiciables, que tuvieron que desplazarse únicamente por escalera.

Frente a esta situación, la comitiva relevó ayer, junto a una escribana, el estado de los elevadores tanto del edificio de calle Tucumán, como así también los de Tribunales I. Mientras el servicio ya se había reestablecido en el primero, de los ocho ascensores dispuestos sobre los cuatro ingresos principales del Palacio de Tribunales, sólo cuatro funcionaban.

Sobre este panorama, advirtieron también los riesgos que generan los elevadores de “puertas tijera”, que aún funcionan en el fuero civil (prohibidas por la nueva reglamentación, aunque está contemplado un período de readecuación a la norma).

“Con la escribana constatamos que además de existir ascensores fuera de servicio, no hay ascensoristas y tampoco figura ningún cartel que acredite alguna inspección técnica sobre los ascensores. Son un riesgo, ya se han trabado y la gente se bajó desde entrepisos”, ejemplificó Gattas, quien concluyó que el objetivo que se busca es mejorar el servicio de justicia “que hoy es muy deficiente para un digno ejercicio profesional”.