ESCUCHAREn diciembre, alcanzó el récord de 12.449.500 trabajadores, alrededor de 500 mil más que un año atrás. Con todo, todavía no logró equipararse con diciembre de 2017, el mejor año de la serie. En Córdoba hubo 497,9 mil, veinte mil más que en 2020 pero también por debajo incluso de 2018. El trabajo privado “en blanco”, el que más tarda en recuperarse
El empleo registrado en Argentina llegó al cierre de 2021 a 12.449.500 trabajadores, más de 500 mil por encima que en igual período de 2020 e incluso superior a diciembre de 2019, esto es, previo a la irrupción de la pandemia.
En tanto, en Córdoba, el número de trabajadores registrados fue de 497.900, 20 mil más que un año atrás e incluso 7 mil por encima de 2019.
Con todo, en Córdoba la cifra informada ayer por el Ministerio de Trabajo de la Nación no logró superar 508.800 trabajadores de diciembre de 2018, situación que sí ocurrió en el país.
Sin embargo, el indicador general en Argentina no alcanza todavía a llegar a 12.387.300 trabajadores registrados en diciembre de 2017, esto es, previo a la crisis que detonó meses después en el país.
Los cotejados por Comercio y Justicia aparecen reflejados en el informe sobre Situación y evolución del trabajo registrado en el país, difundido en la tarde de ayer por la cartera laboral nacional, con datos a diciembre de 2021.
Los motores del crecimiento
En 2021, Trabajo relevó 516 mil trabajadores registrados más que un año atrás, esto es 4,3% por encima de igual período de 2020.
Asimismo, el empleo formal escaló 0,5% respecto de noviembre, por lo que anotó mejoras mensuales en todos los meses del año, de acuerdo con los datos del Ministerio de Trabajo.
En términos anuales, las modalidades de ocupación que más crecieron fueron los monotributistas sociales (+24,6%), los no asalariados (+8,5%) y los monotributistas (+7,1%).
Mientras tanto, los asalariados, que representaron casi 80% del total de los puestos de trabajo formales, mostraron un repunte interanual de 3,3%.
Según la serie desestacionalizada publicada por la cartera que conduce Claudio Moroni, en el último mes del año pasado, la cantidad de asalariados en el sector privado superó por primera vez los niveles pre pandemia (+9.888 trabajadores).
La industria manufacturera y los servicios profesionales empresariales explicaron la mayor parte de la mejora respecto de febrero de 2020, con incrementos de casi 40.000 empleos en ambos sectores. También se destacaron crecimientos en construcción, comercio, salud, electricidad, gas y agua, y pesca.
En el otro extremo, restaurantes y hoteles sufrieron en ese período la mayor pérdida de fuentes laborales, seguido de transporte y comunicaciones, y servicios comunitarios.
Sin embargo, a la hora del desglose por asalariados y no asalariados y dentro de esos grupos, monotributistas, autónomos, monotributistas sociales y, dentro del primero, empleados públicos, de casas particulares y privados, fueron estos últimos los que aún no logran una recuperación consistente.
De hecho, en diciembre se contabilizaban 6.013.700 trabajadores frente a los 6.000.800 de 2019 pero por debajo de los 6.187.400 de 2018, cuando la crisis ya había comenzado a golpear al empleo, principalmente de la construcción.
Por el contrario, el resto de las categorías registró recuperaciones importantes, básicamente el empleo público que nunca dejó de crecer y también el monotributo. No fue, sin embargo, el caso de las trabajadoras de casas particulares cuya cifra en diciembre último fue incluso menor a la registrada el año pasado.
Por provincia
A nivel territorial, las provincias de mayor creación neta de trabajo asalariado privado fueron Buenos Aires (21.864), Santa Fe (11.594) y Córdoba (7.431), mientras que las de mayor destrucción neta fueron la Ciudad de Buenos Aires (-36.185) y Mendoza (-7.553).
«Haber vuelto a los niveles de empleo prepandemia es, sin dudas, una buena noticia. Sin embargo, debe tenerse en cuenta que esto se da luego de tres años de fuerte deterioro (2018-20) y en donde además la población en edad laboral siguió creciendo», advirtió el director del Centro de Estudios para la Producción (CEP), Daniel Schteingart.
«El crecimiento económico es fundamental para la creación de empleo privado registrado. Aproximadamente, por cada 1% que crece el PBI, el empleo privado registrado crece en 0,75%. Y para que crezca el PBI hacen falta divisas. De ahí la importancia de la transformación de la estructura productiva, la promoción de exportaciones y la sustitución selectiva y eficiente de importaciones en algunas ramas», profundizó.
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