Caja: hay 1,73 aportante por cada beneficiario, la tasa histórica más baja

Ésa es la relación que muestran los dos primeros meses de 2022. A excepción de 2005, cuando se ubicó en 1,69 -cuando De la Sota habilitó las jubilaciones anticipadas-, siempre fue en descenso desde el pico de 1974, ocasión en que había alcanzado 3,91. Menos aportantes para un número de pasivos que crece de manera ininterrumpida significa un sistema cada vez menos sustentable. Incertidumbre sobre el impacto de la mayor tasa de mortalidad por covid

La relación entre aportantes a la Caja de Jubilaciones de la Provincia de Córdoba respecto a los beneficiarios del sistema alcanzó en los primeros dos meses del año un promedio de 1,73, la más baja desde que se mide la serie a excepción de 2005 cuando fue de 1,69.

En todo caso, la tendencia desde 1972 en adelante fue siempre en descenso con un pico en 1974 cuando fue de 3,91.

Estos datos, a los que tuvo acceso Comercio y Justicia, surgen de información oficial del organismo previsional y suponen un persistente deterioro de la sustentabilidad del sistema, Esto es, a menor cantidad de aportantes y un creciente número de beneficiarios, el balance de la Caja se encamina indefectiblemente a un mayor quebranto.

La decisión de focalizar la nota sobre este punto es corolario de los datos que se conocieron la semana pasada respecto a la caída de la tasa de natalidad en Córdoba.

En realidad, ese dato no tiene hoy incidencia en la relación activo-pasivo que este informe pretende revelar.

Sin embargo, es un indicio de la tendencia que se avizora a futuro y que no difiere de otros sistemas previsionales en el mundo que de hecho ya sufren esa situación.

Con todo, hay un dato que aún no fue ponderado plenamente por las autoridades de la Caja: el aumento de la tasa de mortalidad producto, entre otras causas, de la incidencia del covid.

Esa situación podría generar que el número de beneficiarios descienda -la pandemia golpeó particularmente a las personas mayores- por lo que derivaría en una caída en la cifra de jubilados y pensionados. Eventualmente, esa causa podría hacer variar mínimamente la relación activo-pasivo y revertir la permanente baja, pero en todo caso será circunstancial y de impacto marginal.

Relación ideal

Está claro que, con 1,73 aportante por cada pasivo, el sistema no es sustentable. Sin embargo, hay varios elementos que se conjugan para saber cuál sería la relación ideal para equilibrar los números de la Caja.

“No hay una fórmula única. Depende de cuánto sea el aporte de los activos, del sueldo de los jubilados, en fin, hay muchas variables que inciden para saber cuál sería la relación teórica exacta para el equilibrio”, explicó una fuente a Comercio y Justicia . Está claro que, con los números que muestra la Caja, la relación es ciertamente insuficiente, esto es se necesitan muchos más aportantes para equilibrar las cuentas.

De hecho, las sucesivas reformas previsionales aplicadas por la administración del ex gobernador José Manuel de la Sota y luego por el actual mandatario Juan Schiaretti, apuntaron a morigerar el quebranto del organismo previsional.

Aún con esos ajustes, el último de los cuales se aplicó desde mayo de 2020, el año pasado la Caja cerró con un déficit de 24.405,08 millones de pesos, producto de ingresos corrientes por 86.996,1 millones de pesos, básicamente por los aportes de los activos, y gastos corrientes por 111.407,1 millones de pesos, casi todos explicados por las erogaciones para el pago de jubilaciones y pensiones.

Parte de ese déficit fue financiado por Anses a partir de la norma vigente que obliga a la Nación a cubrir parcialmente el rojo de las cajas previsionales provinciales no transferidas.

El resto debe ser afrontado por el Tesoro provincial.

Esa situación se complicará sobremanera este año. Es que el déficit será mayor y la Nación no actualizó los montos que venía girando a Córdoba para cubrir el rojo al no haberse aprobado el Presupuesto 2022. En ese marco, por ahora Anses sigue enviando 1.072 millones de pesos mensuales, monto claramente insuficiente para hacer frente al quebranto que tendrá la Caja este año. Así, la Provincia deberá cubrir el resto del gasto necesario para pagar en tiempo y forma las prestaciones.

Relación decreciente

En cuanto a la relación entre activos y pasivos, los datos de la serie histórica incluidos entre las cifras estadísticos de la Caja, muestran la evolución desde 1972 hasta 2020 de ese indicador.

Así, en 1972 había 69.349 aportantes frente a 20.410 beneficiarios, esto es una relación de 3,4.

El pico más alto se produjo en 1974 cuando había 89.269 activos y 22.834 pasivos, relación del 3,91.

Fue la más elevada de toda la serie que luego fue en descenso casi sin pausa. Por ejemplo, 1976 fue el último año en el que la relación fue mayor que tres.

Desde entonces bajó y tuvo un piso en 2005 de 1,69, aunque luego volvió a subir hasta llegar a 2,01 en 2015. Esa caída que se replicó en esa época, obedeció a la decisión del entonces gobernador José Manuel de la Sota de habilitar las denominadas jubilaciones anticipadas.

Luego de ese año ya no volvería más a esa cifra. El último dato oficial disponible de ese informe es 2020 cuando había 191.522 activos y 107.157 pasivos, esto es una relación del 1,79.

No hay datos de 2021. En tanto, en 2022, en un promedio de los dos primeros meses, la relación siguió en baja hasta tocar 1,73, según ya se consignó.

En cuanto a la evolución de aportantes y beneficiarios desde 1972 a esta parte, los activos subieron 176,17% en ese período (hasta 2020) mientras que los jubilados y pensionados crecieron 441,91% en el plazo considerado, diferencia que muestra a las claras porque se deterioró la relación que llevó, por ejemplo, a complicar sobremanera el balance de la Caja de Córdoba.