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Después de la elección de octubre, ninguno de los dos candidatos en carrera tendrá bloques legislativos con quórum propio. Sin embargo, son mayores las posibilidades de postulante de Unión por la Patria de alcanzar el número indispensable para votar proyectos claves que requieran la aprobación de ese ámbito legislativo
Otro punto clave para la futura gestión y las políticas que ésta intente aplicar será la aprobación del Congreso.
La elección del 22 de octubre tuvo como consecuencia una fragmentación del Parlamento a partir del 10 de diciembre.
No obstante, aun así ofrece mejores perspectivas para Sergio Massa que para Javier Milei a la hora de articular acuerdos con fuerzas opositoras y asegurar la gobernabilidad.
La lectura estrictamente numérica indica que el bloque de Unión por la Patria (UxP) sufrirá una fuerte retracción en cantidad de bancas con la próxima renovación parlamentaria en la Cámara de Diputados. De los 118 miembros actuales pasará a contar con 108: le faltarán nada menos que 21 legisladores para alcanzar el quórum.
Sin embargo, si bien el oficialismo estará en inferiores condiciones numéricas que las actuales, la fragmentación a la que se encamina la oposición -en particular, Juntos por el Cambio (JxC)- podría ofrecerle a Massa una mejor perspectiva de votos aliados que, por ideología o por antipatía hacia su figura, no conseguiría Milei.
El primer recurso serán los bloques provinciales, un grupo de fuerzas que responde a sus gobernadores y que suele “facilitar la gobernabilidad” a todo nuevo Presidente a cambio de beneficios para sus provincias.
En ese grupo confluirán los diputados por Córdoba, Río Negro, Santa Cruz y Neuquén. El socialismo santafesino y el bonaerense Florencio Randazzo podrían sumarse también. Se trata de 10 diputados.
Aunque más impredecible, la bancada de izquierda aportará cinco miembros con la renovación parlamentaria.
Quórum
Sin embargo, para garantizar el quórum, aun con esos potenciales aliados, a Massa no le alcanzaría y debería buscar aliados en legisladores de JxC para obtener los votos restantes.
La principal bancada opositora quedó en un estado de extrema incertidumbre, no sólo por el resultado electoral sino por el virtual quiebre generado por la decisión de Patricia Bullrich y de Mauricio Macri de apoyar a Milei, en contraposición al resto de las fuerzas que integran la coalición que plantearon que no apoyarán a ninguno de los dos candidatos.
Massa sería el que obtendría mayor provecho de esta eventual fractura.
De buena llegada a sectores del radicalismo y a algunos legisladores de PRO de origen peronista, al candidato de UxP se le abre una chance nada despreciable de potenciales apoyos.
Con sólo sumar a esos legisladores, Massa tendría el quórum asegurado.
Difícilmente Milei pueda lograr un escenario similar: con una bancada de 37 diputados -al que se sumará el salteño Carlos Zapata, hoy en las filas de JxC-, alcanzar el quórum se le presenta mucho más complejo.
Más afines ideológicamente, los diputados de PRO podrían prestarle su apoyo, aunque sólo serán 44 miembros a partir de diciembre. Si a ellos se sumaran los bloques provinciales -que condicionarán su apoyo a los recursos que reciban del Tesoro-, Milei sumaría, con toda la fuerza, unos 90 legisladores, lejos del quórum necesario.
La misma situación se traslada al Senado. Con sólo ocho legisladores, Milei necesita sumar 29 voluntades para alcanzar el quórum, objetivo imposible de lograr aún con el apoyo de los votos macristas y de los provinciales.
Más sencillo es el panorama para Massa quien, contrario a lo esperado, quedó a sólo tres voluntades de alcanzar la mayoría.
